Las observaciones realizadas con el telescopio espacial James Webb demostraron que las galaxias de disco que tienen menos de 6.000 millones de años son más comunes de lo que pensaban los investigadores que se basaban en la información obtenida anteriormente con el Hubble.
Un grupo internacional de astrónomos reveló por primera vez la existencia de una gran cantidad de galaxias del universo primitivo que son similares a la Vía Láctea, debido a que presentan el mismo componente estructural que caracteriza a nuestra galaxia, informó este viernes la Universidad de Manchester (Reino Unido).
La Vía Láctea es la galaxia espiral en la que se encuentra nuestro sistema solar y, por ende, nuestro planeta. Es conocido que, en las galaxias espirales, un vasto número de estrellas se agrupan en forma de disco de escaso grosor, con un abultamiento esférico central con cuerpos celestes en su interior. En el disco galáctico a menudo existen brazos luminosos donde se concentran las estrellas más jóvenes y brillantes.
Los científicos sugirieron previamente que las galaxias con estructura espiral eran más comunes en el universo cercano (moderno). No obstante, consideraban que estos objetos astronómicos eran demasiado frágiles para existir en el universo distante (antes de que tuviera lugar el Big Bang), ya que era más común que ocurrieran colisiones entre galaxias que dieran origen a formaciones galácticas con extrañas e irregulares estructuras.
Contradiciendo la evolución del universo
En una nueva investigación, publicada en The Astrophysical Journal, se reportó el descubrimiento de galaxias espirales que se remontan a una época anterior al nacimiento del universo. Estos hallazgos discrepan con las teorías actuales sobre cómo evolucionaron las galaxias en el universo en los últimos 10.000 millones de años.
Las observaciones realizadas con el telescopio espacial James Webb demostraron que las galaxias de disco que tienen menos de 6.000 millones de años son 10 veces más comunes de lo que pensaban los investigadores que se basaban en la información anteriormente obtenida con el telescopio Hubble.
«Durante más de 30 años se pensó que estas galaxias de disco eran raras en el universo primitivo debido a los encuentros violentos habituales que experimentan las galaxias», indicó el astrónomo de la Universidad de Victoria (Canadá), Leonardo Ferreira, enfatizando que la capacidad del James Webb permitió conocer cómo son las estructuras de estas galaxias antes de que se formara el universo.
Por otro lado, los especialistas comentaron que estos resultados son una señal de que la estructura galáctica del universo se está formando mucho más rápido de lo esperado, lo que cambia la compresión sobre su origen. El profesor Christopher Conselice aseguró que estas observaciones también permiten hacer cuestionamientos sobre la función y propiedades de «la materia oscura en el universo temprano», puesto que se tiene muy poca información al respecto.