Por Iñaki Chaves
El presidente de la República de Colombia resaltó los acuciantes problemas del mundo con la contundente retórica que lo caracteriza
Ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su 78ª sesión, Gustavo Petro volvió a demostrar, con un discurso categórico, su capacidad de análisis y su claridad frente a las necesidades de una política mundial atravesada por intereses ajenos a las necesidades del planeta y sus habitantes.
Pero después, parece que su gabinete de comunicación -a través del canal institucional colombiano- hizo quedar en segundo plano los postulados planteados al, supuestamente, manipular el video del discurso para envolverlo con más aplausos que los que recibió, mostrando así, de ser cierto, una vez más su incapacidad comunicacional y su poco respeto por la dimensión política del mandatario. Pese a que en la web del canal se reconoce que Petro “se encontró con un auditorio vacío y desordenado, en comparación con lo abarrotado que estuvo cuando enfrente se pararon los mandatarios Luis Inácio Lula da Silva (Brasil) y Joe Biden (Estados Unidos)”.
Todo eso da pie a que se le quiten valor a sus palabras y a que sus contrincantes políticos, nacionales e internacionales, se aferren a la anécdota y amplifiquen los defectos de forma y reduzcan las cualidades del fondo. Reafirmando lo que señalara Galeano “Vivimos en un mundo donde el funeral importa más que el muerto, la boda más que el amor y el físico más que el intelecto. Vivimos en la cultura del envase, que desprecia el contenido”.
En su discurso, sin necesidad de falsos elogios, el presidente destacó que la policrisis, climática, alimenticia, armada, migratoria, que sufre el mundo se ha agravado durante el último año y que no es otra cosa que una tenaz muestra de la ´crisis de la vida` en la que estamos “Mientras el reloj ha avanzado en los minutos que definen la vida o la muerte en nuestro planeta, en lugar de sentarnos a detener el tiempo y dialogar sobre cómo defender la vida para después, gracias a profundizar en saberes, expandirla en el universo; decidimos perder el tiempo matándonos entre nosotros”.
Censuró el injusto bloqueo a Cuba y que, por culpa de su antecesor en la presidencia de Colombia, figure en la lista de países terroristas, y denunció las guerras y las invasiones y que se hayan olvidado de que “las mismas razones que se expresan para defender a Zelensky son las mismas razones con las que se debería defender a Palestina”.
Y terminó asegurando que no se alcanzarán los objetivos de desarrollo sostenible en la fecha prevista, afirmando con vehemencia que “la Justicia social no será alcanzada por la humanidad para el 2030, porque lo que se ha sembrado es la injusticia en el planeta. En estos años lo que ha ocurrido es la injusticia”.
Esas verdades como puños no necesitaban de un respaldo en forma de aplausos enlatados. Sus argumentos se aplauden solos, sin accesorios ni edulcorantes. Es necesario que el presidente Petro mejore su política de comunicación porque sus asesores estropean lo que tocan y le dejan ´vendido` y convertido en ´carne de cañón`. Así que no se exponga a devaluar sus actos e ideas y mejore las acciones comunicativas de su entorno. Uno no debe esperar que siempre le aplaudan, lo importante es que le escuchen y que se hable de lo que dijo y no de lo que se hizo después con el video.