Si la mafia política que pretende capturar la Junta Nacional de Justicia (JNJ) pensaba que esta se realizaría con la ciudadanía distraída y desmovilizada simplemente se equivocó.

La primera marcha organizada por la Plataforma por la Democracia el sábado 16 convocó a más de 12 mil personas de más de 100 organizaciones sociales y ciudadanía independiente que en Lima alcanzó a ocupar más de 10 cuadras.

La jornada fue replicada con diversas acciones como plantones, piquetes y banderolazos en diversas ciudades del interior del país.

El motivo principal de la jornada fue denunciar y rechazar el golpe político en proceso promovido por las fuerzas oscuras del Congreso de la República que buscan capturar el sistema de justicia peruano.

El plan es remover a los miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), encargada de nombrar jueces y fiscales en todo el país, para colocar a personas afines a sus intereses.

Un Congreso de la República ilegítimo, con apenas 6 por ciento de aprobación según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), persigue así frenar los grandes casos de corrupción y controlar las próximas elecciones generales.

Está en juego el afán de los protagonistas de la mafia Cuellos Blancos que buscan salir libres de las investigaciones y retomar –como antes– el control del sistema de justicia.

El plan ha quedado al descubierto y resulta un grosero atropello a la democracia formal debido a que vulnera no solo la autonomía del Poder Judicial sino también el principio de la separación de poderes.

Con la captura de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), la mafia busca asegurarse que las investigaciones en su contra se caigan, mantener a sus aliados en instituciones claves y asegurarle la próxima victoria electoral a quien elijan.

La propia Junta Nacional de Justicia advirtió que la remoción de los miembros “sin un procedimiento preestablecido, sin una causal tipificada” y sin fundamento  “constituiría un quiebre del orden constitucional y del equilibrio de poderes”.

Así lo han recalcado además numerosas organizaciones de derechos humanos, especialistas y funcionarios de las Naciones Unidas y las embajadas de ocho países en Perú.

Mediante un comunicado conjunto difundido el Dia de la Democracia las embajadas de Argentina, Australia, Canadá, Estados Unidos, Finlandia, Francia, México y Reino Unido recordaron que la democracia incluye “la separación de poderes y la independencia de las instituciones”.

En tal virtud, expresan, “Reafirmamos nuestro compromiso de apoyar la democracia en el Perú y valoramos nuestra amistad duradera con el pueblo peruano”, indicaron las representaciones diplomáticas en un breve, pero significativo y oportuno mensaje.

Es importante destacar que el plan autoritario busca imponer una dictadura perversa en la que se encuentra un discurso contra el multilateralismo, salirse del sistema interamericano y criminalizar la libertad de expresión y a los movimientos sociales.

Como lo destaca la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), quienes promueven este golpe son los mismos que impulsan leyes y otras medidas contra los derechos indígenas facilitando la impunidad de actividades ilegales.

De concretarse la amenaza, sería una muestra más de la dictadura que pone en peligro a todo el país y, en especial, “a los derechos fundamentales de los pueblos indígenas y la protección de la Amazonía”, indica la organización amazónica nacional.

Foto: CNDDHH.