Un reencuentro del pueblo con un amigo entrañable representa el libro Canciones del Mar, del trovador cubano Silvio Rodríguez, con 62 auténticos poemas y sus partituras musicales hoy en manos de los lectores bolivianos.
“Silvio es un rasgo identitario de nuestro continente, el que canta a Silvio es porque ama a la Revolución”, aseguró la ministra de Trabajo Verónica Navia en la presentación del volumen producido por las editoriales Ojalá (Cuba) e Inti (Bolivia) en la sede de esa cartera.
Durante la velada también se exhibió el documental Hombres sobre cubierta, del cineasta Alejandro Ramírez, en el que Rodríguez recrea las vivencias de los cuatro meses de 1969 a bordo del pesquero Playa Girón junto a algunos de sus tripulantes en aquellos días, testigos cercanos del nacimiento de todas esas canciones.
Al responder a la interrogante de una de las decenas de asistentes a la presentación sobre la universalidad, vigencia y aceptación de la obra de Silvio por encima del tiempo e incluso de posicionamientos políticos, Navia subrayó que es imposible enajenarse de creaciones que son poesía en el texto y la música.
Responsable de esta primera edición boliviana del libro, el periodista e investigador cultural Javier Larrain presentó al panel de lujo, integrado por los músicos César Junaro (director de Savia Nueva), la cantora Tere Morales y el cantautor Mauricio Montero (Mau), todos vinculados a Silvio durante sus presentaciones en el país altiplánico.
Rodríguez llegó por primera vez a fines de mayo de 1983 a Bolivia, acompañado del también trovador cubano Vicente Feliú, con el propósito de realizar una gira solidaria con cientos de familias afectadas por inundaciones en una zona y por una gran sequía en otra, recordó Larrain.
Todos los fondos recaudados en aquella ocasión fueron donados para la rehabilitación de las poblaciones de las zonas afectadas por esos fenómenos de la naturaleza.
Después de tres décadas, el autor de Ojalá regresó a Bolivia, invitado por el Gobierno, y llegó a cantar ante más de 30 mil personas, acompañado por el trío Trovarroco y la flautista Niurka González, lo cual dejó una huella que permanece vigente.
“Silvio es el constructor de lo que soy ahora como artista”, expresó Montero en su intervención sobre el libro, que incluye los QR (códigos de barras) de las canciones para poderlas escuchar.
Al calificar a quien con apenas 23 años compuso un tema tan profundo como Playa Girón, Larrain lo calificó de “máquina de hacer bellas obras que cambiaron la historia creativa de América Latina”.
Morales, por su parte, consideró que Silvio ya en ese momento escribía temas que, por su belleza en el contenido y la forma, satisfacían las necesidades espirituales de un público muy diverso y heterogéneo, por lo cual llegaron exitosamente a todos los continentes.
Acerca del libro y su largo prólogo con las partituras, lo calificó de muy valioso para preservar la fidelidad a esas creaciones.
“Valoro mucho la coherencia de Silvio entre lo que canta y toda su vida, es lo que más grande lo hace ante mí”, expresó Junaro, quien añadió que el creador de Resumen de noticias nunca “habló por hablar”, y siempre lo hizo a través de su canto.
Emocionado, el embajador Danilo Sánchez agradeció el esfuerzo permanente de Larrain a favor de la cultura, gestor y realizador de esta iniciativa conciliadora de múltiples esfuerzos.
Agregó que se trata de un digno homenaje a Silvio y a la cultura cubana.
Finalmente, convocó a concertar esfuerzos para conmemorar el próximo 20 de octubre los 155 años de la primera vez que se cantó en la oriental ciudad de Bayamo el Himno Nacional, en el contexto de la Jornada de la Cultura Cubana en Bolivia.