El 2 de Octubre se celebra la Jornada Internacional de la No-Violencia (declarada por la Asamblea General de la ONU). La fecha fue elegida por tratarse del aniversario del nacimiento de Gandhi, inspirador de los movimientos por la paz, la justicia y la libertad en todo el mundo. Es justamente con Gandhi que nace la no-violencia moderna. El Mahatma es el profeta de la política no-violenta, instrumento colectivo de liberación, método de lucha alternativo a la guerra.
Invitamos a todos el domingo 1 de Octubre a “Tomar la Paz en las propias manos”
A continuación nuestro manifiesto:
En Europa, Ucrania, Rusia y en todo el mundo, la gente quiere la paz mientras los gobiernos exigen cada vez más armas y recursos humanos para la guerra.
Exigimos el derecho a la salud, a la educación, al trabajo y a un planeta habitable, pero los gobiernos nos arrastran a la guerra total.
La única posibilidad de evitar lo peor reside en el despertar del ser humano y en la capacidad de los pueblos para organizarse.
Tomemos el futuro en nuestras manos: el domingo 1 de octubre reunámonos en Europa y en todo el mundo en una jornada dedicada a la paz y a la no violencia activa.
Apaguemos la televisión y todas las redes sociales, desconectemos la propaganda bélica y la información filtrada y manipulada. En su lugar, entablemos una comunicación directa con las personas que nos rodean y organicemos actividades por la paz: una reunión, una manifestación, un flash mob, una bandera de la paz en el balcón o en el coche, una meditación o una oración de acuerdo con nuestra religión o ateísmo, y cualquier otra actividad encaminada a la paz.
Cada uno lo hará con sus propias ideas, creencias y lemas, pero todos juntos apagaremos la televisión y las redes sociales. Así convergeremos en un mismo día con toda la riqueza y la fuerza de la diversidad.
Será un gran experimento de autoorganización internacional no centralizada.
Sólo nosotros podemos cambiar las cosas: nosotros, los invisibles, los que no tienen voz. Ninguna institución o celebridad lo hará por nosotros. Y si alguien tiene una gran influencia social, tendrá que utilizarla para amplificar la voz de quienes necesitan urgentemente un futuro para ellos y para sus hijos.
Continuaremos con la protesta noviolenta (boicot, desobediencia civil, sentadas …) hasta que quienes hoy tienen el poder de decisión escuchen la voz de la mayoría de la población que simplemente exige paz y una vida digna.
Nuestro futuro depende de las decisiones que tomemos hoy.