La presentación fue organizada por el Instituto de Políticas Relacionales y el Armazém memória (Colección de la memoria). Este último, centro virtual de referencia indígena, fue una propuesta del investigador Marcelo Zelic, muy reconocido y homenajeado durante el acto.
Emoción, recuerdos, reconocimiento e historicidad: estos fueron los sentimientos, palabras y expectativas que impregnaron el Encuentro sobre Pueblos Indígenas y Justicia Transicional: Memoria, Verdad, Reparación y No Repetición, celebrado el martes 29 en Brasilia por el Instituto de Políticas Relacionales y el Armazém Memória. El evento, que contó con la presencia de la presidenta de la FUNAI –la abogada indígena Joenia Wapichana–, estuvo marcado por el homenaje al investigador y organizador de Armazém Memória Marcelo Zelic, fallecido en mayo de este año.
El encuentro, que contó con el apoyo de la Embajada de Noruega en el Brasil, reunió a diversas autoridades indígenas de todo el país para presentar el Centro de Referencia Virtual Indígena del Armazém Memória, una colección como herramienta pedagógica, política y jurídica para la implementación de la justicia transicional para los pueblos indígenas. Al mismo tiempo, se entregaron las colecciones digitalizadas, en disco duro (HD), a las 11 instituciones que aportaron documentos para la investigación y composición de la colección.
Al inicio del programa, la presentadora –investigadora Braulina Baniwa– habló sobre la importancia del evento para la continuidad y el crecimiento del Centro de Referencia Virtual Indígena, que ella misma definió como «una acción para reforestar las mentes de aquellos que aún no conocen el proyecto». Un video del Instituto de Política Relacional honró la memoria de Marcelo Zelic y emocionó a los 150 asistentes.
La ceremonia oficial de inauguración estuvo presidida por la representante del Instituto de Política Relacional, Daniela Greeb, quien recordó haber trabajado con Marcelo Zelic durante 20 años. También habló de la importancia de Armazém Memória como red de contenidos digitalizados y destacó el respaldo de la Embajada de Noruega, que desde hace 40 años apoya proyectos relacionados con la preservación del medio ambiente y los pueblos indígenas en Brasil.
A continuación, los investigadores que trabajaron en el proyecto compartieron su experiencia del trabajo coordinado por Marcelo Zelic. La investigadora Fernanda Kaiangáng se refirió a la colección como el mayor archivo virtual sobre pueblos indígenas disponible en Brasil, con 2,3 millones de páginas, y habló de la importancia de este trabajo: «Esta colección es un hito simbólico de reconocimiento; está garantizando que la memoria nunca se borre», concluyó.
En uno de los momentos más esperados por el público, el homenaje de la familia de Zelic emocionó y reconfortó a quienes convivieron con el investigador. Su esposa, Paula Zelic, compartió un poco de la historia de sus vidas. Contó que lo conoció hace 30 años y que nacieron sus hijos Helena y Julio. Al mencionar Armazém Memória, se refirió al proyecto como el «hijo pequeño» de Marcelo y dijo: «Vi lo dedicado que estaba a hacerlo realidad».
Para Paula Zelic, Marcelo era esa persona de voz ronca, con una increíble capacidad de escucha y acogida, pero también de exigencia, y con una enorme e incansable voluntad de cambiar la realidad del país. Sobre el trabajo del Centro de Referencia Virtual Indígena, lo calificó de «trabajo innovador y competente; una recuperación colectiva de la historia». Y concluyó: «Estar aquí es encontrar a Marcelo en todos nosotros. Viva la lucha de los Pueblos Indígenas y viva Marcelo», gritó Paula.
Helena Zelic leyó un poema en el que se recogían algunos recuerdos de su padre: «¿Qué se mueve cuando se mueven los documentos?», preguntaba el poema. Según la definición de Helena, Marcelo era un «padre tridimensional. Una persona en movimiento». Su hijo, Julio Zelic, habló del recuerdo vivo de Marcelo: «Seguimos hablando con él todos los días».
El representante de la embajada de Noruega en el Brasil, Kristian Bengtson, habló de la emoción y el privilegio de haber conocido a Marcelo Zelic. Recordó los encuentros que mantuvieron y los describió como «muy intensos». Para el señor Bengtson, fue «edificante ver la continuidad de su trabajo». Cuando mencionó la implicación de la Embajada con Armazém Memória, explicó que la propuesta de cooperar con la sociedad civil para garantizar los derechos a través de documentos le parecía muy estratégica y destacó la exitosa experiencia del trabajo de la Comisión de la Verdad noruega con el pueblo SAMI, que concluyó en junio de este año, como un ejemplo a seguir por Brasil. Señaló que la contribución de Noruega a esta asociación con Brasil ha durado 40 años.
En la segunda parte del encuentro, la presidenta de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (FUNAI), Joenia Wapichana, destacó la importancia de que el evento ponga en la agenda el tema de la creación de la Comisión de la Verdad Indígena y recordó la última audiencia pública en la Cámara de Diputados, a la que asistió Marcelo Zelic. Dijo que es obligación del Estado avanzar con actos administrativos para reparar y hacer justicia a los pueblos indígenas. Joenia explicó que la FUNAI está retomando sus actividades y reafirmó que es necesario proteger la información y las colecciones sobre la historia de los pueblos indígenas y hacer las reparaciones necesarias, porque, según ella, la víctima de la violencia nunca olvidará lo que ha sufrido.
La última mesa redonda se centró en la Comisión Nacional de la Verdad Indígena, legado de Marcelo Zelic. Para Zelic, la comisión de la verdad indígena debe crearse sobre la base de la reparación, como elemento vinculado a la demarcación, porque en sus propias palabras «demarcación es reparación».
Durante el debate propuesto en el evento, reconocidas autoridades en el tema como Marlon Weichert del Ministerio Público Federal, Kleber Karipuna de la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil, Antônio Funari Filho de la Comisión de Justicia y Paz de São Paulo y la investigadora Maíra Pankararu destacaron puntos relevantes de la discusión como la creación de la comisión y la necesidad de agregar investigaciones y documentos que comprueben las violaciones cometidas por los gobiernos. Para Marlon Weichert, decir la verdad es fundamental para darse cuenta de que las violaciones de derechos son constantes. Eliel Benitez -representante del Ministerio de Pueblos Indígenas- sostiene que el concepto de justicia y reparación debe provenir de los pueblos indígenas. Según él, el MPI quiere construir caminos para las nuevas generaciones.
Para cerrar el encuentro, tuvo lugar el lanzamiento del libro «Demarcar é Reparar: Olhar Indígena Sobre a Justiça de Transição», organizado por la historiadora Ana Zema y producido por investigadores coordinados por Marcelo Zelic. Según el historiador Gabriel Fonteles, el libro es el resultado de un proyecto construido por Marcelo Zelic y muestra la violencia sufrida por los pueblos indígenas. Un espectáculo de danza del grupo Amazônidas Originários cerró el programa, que de principio a fin estuvo lleno de emoción, memoria y vida.