14 de agosto 2023, El Espectador

Hoy Pazaporte quería dedicar su espacio a honrar —nombrándolos— a todos los líderes y las lideresas sociales y firmantes de paz que han sido asesinados entre el 1º de enero y el 12 de agosto del 2023.

No pude… empecé y cuando apenas había escrito los nombres y liderazgos de quienes murieron en enero, febrero y marzo se acabaron los 3.600 caracteres disponibles.

No pude ni siquiera nombrarlos y eso me muestra así, en blanco y negro, la impotencia frente al horror.

Sé que nada tendría el poder milagroso de cerrar los agujeros que dejaron las balas en sus cuerpos. Ningún cántico en sus velorios o ataúd de madera o de cartón, ni cien mujeres con cirios, ni banderas a media asta, ni trapos blancos en las ventanas, nada sacaría de la tierra y devolvería a la vida a líderes, lideresas y firmantes de paz que la violencia silenció para siempre.

Pero olvidarlos sería peor que matarlos dos veces; no hay revictimización más cruel que el olvido. No hay peor ofensa que el silencio y cerrar las cortinas para que el mundo y sus fantasmas no nos perturben.

El artículo original se puede leer aquí