22 de agosto 2023, El Espectador
Apreciado presidente:
Me han dicho que usted lee mucho y duerme poco, y sé que desde siempre ha querido cambiar a Colombia para que el nuestro sea un país libre de miserias, de injusticia y discriminaciones. Siento que a usted le duelen nuestros muertos; sabe que las armas son una desgracia y que la violencia nada soluciona y todo lo empeora. Sé que hará hasta lo imposible por sacar adelante la paz total y el momento es ahora, es ya, con usted.
Le he oído discursos que no comparto y otros que conmueven y convencen con planteamientos propios de un presidente del siglo XXI. Me gusta cuando desafía con argumentos y me preocupa –por usted mismo y por todos– cuando sus mensajes agreden o dividen, con más emocionalidad que sustento.