El Gobierno brasileño anunció hoy viernes que pagará subsidios a las comunidades tradicionales que viven en la Amazonía y se dedican a actividades extractivas, como parte de un incentivo para preservar la selva y promover la regeneración de áreas degradadas.
Se trata del relanzamiento del programa «Bolsa Verde», a cargo de los ministerios de Medio Ambiente y Cambio Climático y de Desarrollo Social y que cuenta con un presupuesto inicial de 200 millones de reales (unos 41 millones de dólares).
«Obtuvimos cerca de 200 millones de reales para el programa ‘Bolsa Verde’, un pago por el servicio ambiental que las comunidades tradicionales prestan para proteger la Amazonía», aseguró en la presentación de la iniciativa la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva.
En declaraciones recogidas por la estatal Agencia Brasil, explicó que se dará un incentivo de 600 reales (123 dólares) cada tres meses «a las familias que viven dentro de las reservas y asentamientos extractivos y otras modalidades especiales de asentamiento».
En este sentido, remarcó que «la preservación de los bosques del planeta la hacen los pueblos indígenas y las poblaciones tradicionales» y que «el 80 por ciento de las zonas forestales protegidas están habitadas por pueblos tradicionales».