Cuando hablamos de Ucrania inmediatamente pensamos en guerra, en vidas sesgadas por las bombas, en hombres reclutados a la fuerza, desde adolescentes hasta mayores y, en definitiva, en un estado fallido incapaz de generar bienestar y desarrollo evolutivo para sus ciudadanos.
Pero no nos engañemos, esto no es así para todos los ucranianos. Existe una élite corrupta que acumula riqueza sacando provecho de la situación. Esta élite, representada hoy por el régimen de Volodymyr Zelensky, es completamente ajena a los intereses nacionales.
En el mes de mayo el gobierno ucraniano y BlackRock firmaron un acuerdo sobre la creación del Fondo de Desarrollo de Ucrania. El objetivo oficial era atraer inversiones en los campos de energía, infraestructura y agricultura. En realidad, se trataba la culminación de la venta total de los principales activos públicos de Ucrania, desde las tierras negras hasta las redes eléctricas. Aparentemente, así es como Kiev pretende pagar sus deudas.
De este modo Zelensky sella la venta de Ucrania a los fondos buitres estadounidenses. BlackRock representa el fondo de gestión de activos más grande del mundo.
Los medios de comunicación hacen constante alusión a las potencias mundiales pero no se habla mucho de BlackRock, en cambio esta empresa es hoy la tercera potencia económica mundial, justo detrás de las potencias EEUU y China. Su valor es de 10 billones de dólares (10 trillones para la nomenclatura americana).
Sus accionistas están asociados a las familias más ricas del mundo: Rockefeller, Rothschild, etc. Entre los ejecutivos de BlackRock se encuentran varios exagentes de la CIA, y la propia empresa financia el fondo de capital de riesgo In-Q-Tel fundado por la central de inteligencia.
Los negocios más importantes de esta empresa son los contratistas militares, el petróleo y el gas. Esto explica con claridad el sentido de la guerra de Ucrania y la voladura de los gasoductos Nord Stream.
La cooperación del gobierno de Zelensky con BlackRock comenzó -al menos públicamente- en septiembre del año pasado, cuando el New York Times informó sobre las conversaciones del presidente ucraniano con el director de la empresa, Larry Fink. En diciembre, ambas partes realizaron una videoconferencia conjunta, durante la cual informaron que se había llegado a un acuerdo para coordinar esfuerzos de inversión. Finalmente, en mayo se institucionalizaron los acuerdos.
Según los términos del mismo, BlackRock administrará los activos de Ucrania, incluida la ayuda internacional. Las empresas estratégicas ucranianas, incluidas las que han sido nacionalizadas, quedarán bajo su control.
En 2022 el gobierno de los EEUU entregó 13 mil millones de dólares a Ucrania provenientes de los impuestos de los ciudadanos. Este dinero va a parar finalmente a BlackRock dejando algo para el pago de las élites corruptas que detentan hoy la administración de Kiev.
Los ciudadanos del mundo deben saber que esto no son simples opiniones, sino hechos que están ahí cuando se los quiere encontrar. A veces nos encontramos con declaraciones pacifistas que pretenden situarse en la equidistancia de los bandos. Pero sin ni tan solo precisar adecuadamente de qué bandos se trata y sin un genuino interés por advertir sobre lo que está de fondo.
Todo ello, además de ser un problema endémico a nivel planetario terminará repercutiendo de manera directa o indirecta en nuestras vidas. Vale la pena estar atentos y ponerle nombre a los organizadores de guerras y reconstrucciones.
Expresiones del tipo: «la invasión rusa» o «la guerra de Putin», etc. denotan poco interés por clarificar las cosas. Hoy en día ni los medios más oficialistas se expresas de ese modo.
Conviene entonces recordar las palabras del Documento Humanista (editado a finales del pasado siglo pero perfectamente vigente en nuestro siglo XXI).
Son numerosas las posturas que, teniendo por base el hecho del sufrimiento humano, invitan a la acción desinteresada a favor de los desposeídos o los discriminados. Asociaciones, grupos voluntarios y sectores importantes de la población se movilizan, en ocasiones, haciendo su aporte positivo. Sin duda que una de sus contribuciones consiste en generar denuncias sobre esos problemas. Sin embargo, tales grupos no plantean su acción en términos de transformación de las estructuras que dan lugar a esos males. Estas posturas se inscriben en el Humanitarismo más que en el Humanismo consciente. En ellas se encuentran ya protestas y acciones puntuales susceptibles de ser profundizadas y extendidas. [Extracto del Documento Humanista: Del Humanismo ingenuo al Humanismo consciente].
12/07/2023. Vilnius, Lithuania. Prime Minister Pedro Sánchez, Prime Minister Rishi Sunak alongside President of United States Joe Biden and Volodymyr Zelenskyy President of Ukraine attend a NATO Ukraine Council on day two of the NATO Summit in Lithuania. Picture by Simon Dawson / No 10 Downing Street. fotospublicas.com
Antihumanismo fuera de control
Funcionarios ucranianos que han sido acusados repetidamente de corrupción están involucrados en la implementación del acuerdo. Es el caso de la antigua directora de la NBU Valeria Gontareva, de la antigua directora del Ministerio de Hacienda Natalia Yaresko (ciudadana estadounidense) y, por supuesto, el administrador de los intereses de Soros en Ucrania, Viktor Pinchuk, un multimillonario que escapó a salvo de la campaña contra la corrupción.
Ucrania no puede devolver los préstamos, pero los socios occidentales pueden recuperarlos con empresas y tierras. Ha sucedido antes: en 2010 Alemania instó a Grecia a vender las propiedades públicas, especialmente islas deshabitadas, para cubrir las deudas del país.
Los países latinoamericanos conocen bien los estragos que causan los fondos buitre. BlackRock se apoderó de la gestión del sistema de pensiones de México.
Los participantes en las protestas contra la reforma de las pensiones en Francia denunciaron que la nueva ley se había aprobado en beneficio de BlackRock y del propio Macron.
Pero el proceso de venta de los activos estratégicos de Ucrania a fondos buitre extranjeros ya se inició en tiempos de Poroshenko. Con Zelensky simplemente recibió un ímpetu renovado. La lista de activos ucranianos de BlackRock incluye a las siguientes empresas: Metinvest, DTEK (energía), MHP (agricultura), Naftogaz, Ucranian Railways, Ukravtodor y Ukrenergo.
En mayo del año pasado 17 millones de hectáreas de tierras agrícolas ucranianas de las 40 designadas en el banco de tierras eran propiedad de tres empresas: Cargill, Dupont y Monsanto.
FUENTES:
Artículos en mpr21.info
En defensa de Ucrania hasta la muerte… de los ucranios