Bernardo Arévalo, reconocido político y diputado de la Asamblea Nacional de Guatemala, pasó de ser un candidato relegado en las encuestas a convertirse en la gran sorpresa del proceso electoral guatemalteco.
El también sociólogo y doctor en Filosofía rompió con todos los pronósticos, al entrar en la disputa por la Presidencia de su país junto a la candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Sandra Torres, a quien venció en la segunda ronda electoral de este domingo.
Tras computarse el 99,8 por ciento de las mesas electorales, Arévalo logró el 58,04 por ciento de los votos, mientras que Torres recibió el apoyo del 37,20 por ciento.
Con este resultado, Arévalo se convertirá en el próximo presidente de Guatemala para el periodo 2024-2028, cuando reciba el mando presidencial de manos del actual mandatario Alejandro Giammattei.
La historia de la familia Arévalo tiene raíces profundas en la historia de Guatemala, pues el padre de Bernardo, Juan José Arévalo, gobernó el país de 1944 a 1951, tras la revolución que derrocó al general Jorge Ubico.
Tras la caída del Gobierno de Jacobo Árbenz en 1958, Juan José Arévalo se vio obligado a quedarse en el exilio en Uruguay, donde nació Bernardo, quien regresaría a Guatemala en la década de 1970 con toda su familia.
Una década después, Bernardo ingresó al Ministerio de Relaciones Exteriores donde inició una carrera como diplomático que lo llevó a ser viceministro entre 1994 y 1995, además de embajador en España.
Tras su labor diplomática, trabajó en organizaciones de distintos continentes y fue asesor en diversos temas en las Naciones Unidas, institutos y universidades en Estados Unidos.
Como político, Arévalo formó parte del movimiento que en el año 2015 protagonizó protestas para pedir la renuncia del entonces presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, un hecho que desencadenó la formación, junto a otros intelectuales, del partido de ideología socialdemócrata, ecologista y progresista Movimiento Semilla.
Con el nuevo partido, Arévalo fue precandidato presidencial, pero declinó su candidatura para promover a la exfiscal Thelma Aldana, quien finalmente no pudo participar de las elecciones de 2019.
Arévalo fue electo diputado al Congreso donde ha tratado temas relacionados con Relaciones Exteriores, Derechos Humanos y Seguridad, entre otros.
Ideológicamente, Arévalo se ubica como un candidato de izquierda moderada y ha centrado su mensaje al electorado en la necesidad de combatir la corrupción en su país con la creación de un Sistema Nacional Anticorrupción.
Arévalo pretende atender el problema de seguridad en Guatemala con un fortalecimiento de la Policía Nacional Civil y el control de las cárceles, además de la generación de empleo mediante la inversión de obra pública.
Tras su victoria electoral, Arévalo aseguró a su rival en esta segunda ronda y a todos los guatemaltecos que trabajará por el respeto a sus derechos y la atención de sus necesidades.
«A ella y sus electores le garantizamos que sus derechos como ciudadanos serán protegidos sin distinción alguna, que sepan que no serán olvidados ni marginados, y que a partir de hoy trabajaremos por el bienestar de todo nuestro querido país», afirmó Arévalo.