Por Leonardo Buitrago

El lamentable hecho ocurrió en 2020 en una de las balsas de jaula ubicada en aguas de la Reserva Nacional Las Guaitecas. El crudo registro muestra que a pesar del esfuerzo para liberarse, la ballena murió tras sufrir heridas por las cuerdas y una cadena metálica de la salmonera.

En redes sociales circula un desgarrador video que registra el enmalle y muerte de una ballena sei, especie en peligro de extinción, en un centro de cultivo salmonero de la empresa Australis Mar, emplazado al interior de la Región de Aysén.

El lamentable hecho ocurrió en 2020 en una de las balsas de jaula ubicada en aguas de la Reserva Nacional Las Guaitecas. El crudo registro muestra que a pesar del esfuerzo para liberarse, la ballena murió tras sufrir heridas por las cuerdas y una cadena metálica de la salmonera.

El hallazgo se localizó en la isla Matilde, a unas siete horas de navegación desde Aysén, el día 30 de abril de 2020, durante una inspección matutina en el centro de cultivo Matilde 3, cuando el personal de la empresa salmonera Australis Mar S. A, encontró una ballena enmallada y muerta en una de las balsas de jaula ubicada en aguas de la Reserva Nacional Las Guaitecas, que forma parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNASPE) de Chile.

El cetáceo de 15 metros se encontraba amarrado en cuerdas y cadenas de metal correspondientes a los fondeos y amarres de las loberas, infraestructura diseñada para evitar ataques de lobos marinos.

El hecho fue denunciado en mayo de 2020 por el grupo ecológico “Patagonia mar y Tierra”, quienes señalaron en una publicación: “Tras un cuidado análisis, se determinó que la situación afecta a una ballena Sei enmallada casi en la totalidad de su cuerpo con cuerdas de diferente longitud. Además, una cadena metálica rodea parte del ejemplar”.

Señalaron que el hecho se registró en una isla inserta en el mar protegido que forma parte de la Reserva Nacional Las Guaitecas.

“Esto hace más grave aún las condiciones en las que murió el ejemplar, ya que ocurre dentro de un área protegida de Estado destinada a la conservación de los ecosistemas naturales”, señalaron desde la organización ambientalista.

Y agregaron que la gravedad de la muerte de la ballena es que ocurre “en una reserva nacional donde el Estado chileno ha permitido la instalación de gran cantidad de centros de cultivo de salmones en un área de protección y esto nos pone ante un dilema: el Estado hace esfuerzos para conservar en las áreas de protección o permite el cultivo de salmones en cualquier parte de la costa de la Patagonia”.

El estado en que se encontraba la ballena se puede apreciar en el video solicitado ante el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), por Alex Muñoz, director para América Latina del programa Pristine Seas de National Geographic, mediante una solicitud de transparencia, un registro que se compartió recientemente en redes sociales.

Dentro del entonces denominado “Plan de Enmalle de Mamíferos”, protocolo obligatorio según el Reglamento Ambiental de Acuicultura, la empresa salmonera informó al Sernapesca que había ordenado llevar los restos de la ballena a un lugar costero protegido para realizar las diligencias.

Ballena sei una especie en peligro y amenazada por las salmoneras

El ejemplar en cuestión fue identificado por fiscalizadores de Sernapesca como una ballena sei (Balaenoptera borealis), especie de cetáceo misticeto de la familia Balaenopteridae. Esta especie fue declarada en peligro de extinción en 2002 por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), y en Chile fue clasificada como “En peligro crítico» en 2011.

La ballena sei, que puede llegar a medir 18 metros, tiene una población estimada de 10 mil ejemplares en el hemisferio sur y está en peligro de extinción. Pueden vivir hasta 70 años y sus principales amenazas son precisamente el enmallamiento en redes, colisiones con embarcaciones y la contaminación acústica.

Alex Muñoz, abogado que ha dedicado su carrera a la protección de los océanos, explicó
que “la ballena es una especie protegida en Chile, que es un país que se declaró hace algunos años como santuario de ballenas, donde además su caza está prohibida absolutamente. Sin embargo, advirtió que existen todavía amenazas sobre las ballenas, como las salmoneras, que hemos visto que se han transformado en una trampa mortal para estos animales”.

En un artículo publicado por Ladera Sur, Julia Posner, recordó que luego de haberse recogidos todos los antecedentes del caso, el 5 de mayo de 2020, Sernapesca interpuso una denuncia ante la Fiscalía Local de Puerto Aysén para esclarecer las causas del varamiento del la ballena y establecer eventuales responsabilidades.

La necropsia del animal fue llevada a cabo por la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural (Bidema), de la Policía de Investigaciones. “Australis, además, con el fin de poder prestar toda la disposición para esclarecer las causas de esta situación, dispuso de los servicios de investigadores expertos en cetáceos, para la ejecución de la necropsia de la especie, teniendo
como entidad patrocinante al Centro de Investigación para la Sustentablidad (CIS) de la Universidad Andrés Bello”, señaló la empresa salmonera en su Reporte de Sostenibilidad (2020).

Sobre este punto, Alex Muñoz indicó que lo que se esperaba era que el peritaje fuera
independiente.

«Si es que un informe como esta necropsia es contratado por la empresa, carece de la objetividad necesaria para poder ser la única prueba que es considerada por un tribunal”, dijo, citado por Posner.

En la necropsia se abrieron cuatro ventanas de inspección de tejidos, los que luego fueron analizados en un laboratorio. Según informó Australis en su reporte, los resultados “sustentan como principal causa de muerte, un mecanismo de defensa y/o huida frente a la persecución por depredadores como orcas (Orcinus orca)”.

Según el informe, la ballena“al ser perseguida por las orcas, se habría precipitado hacia el módulo de cultivo buscando protección, quedando enmallada y sufriendo el posible ataque de sus depredadoras, ocasionándole la muerte”.

Tras determinarse las causas de muerte de la ballena, el 06 de mayo de 2021, en el Juzgado de Letras y
Garantía de Puerto Aysén, se realizó la audiencia de sobreseimiento definitivo de la causa, al determinar que los hechos denunciados no eran constitutivos de delito, respaldando así la hipótesis de la muerte por ataque de orcas, y descartando la intencionalidad o negligencia de Australis Mar.

“El informe dice que las ballenas sei tienen una conducta de vararse naturalmente. Lo que se desprende del video es que este no fue un varamiento natural, sino que es una ballena que se enredó en estructuras industriales de una salmonera, que trató de liberarse durante mucho rato y que agonizó hasta morir producto de estas heridas. Por lo tanto, me parece que el Tribunal no indagó lo suficiente como para determinar la responsabilidad de la empresa”, señaló Alex Muñoz.

En el reporte de la empresa Australis Mar, Paola Marquardt, encargada de Asuntos Regulatorios, planteó que “en general, se cuenta con poca información respecto las medidas que se deben tomar en caso de interacción con la fauna. Los mamíferos marinos, como las ballenas, son especies de gran tamaño por lo que su desenmalle puede implicar riesgos para el personal de los centros y se debe contar con la asesoría de especialistas para seguir las directrices recomendadas”.

Por su parte, el Reglamento Ambiental para la Acuicultura (Decreto 320 de 2001) establece que
“todo centro de cultivo de salmónidos ubicado en río, estuario o mar deberá instalar alrededor de las redes peceras y en todo su perímetro, una red que deberá estar elaborada de un material y resistencia tal que permita evitar o minimizar los enmalles de mamíferos marinos en las redes peceras”.

En su artículo, Julia Posner recoge las declaraciones del abogado Alex Muñoz, quien advirtió que “las jaulas de salmón revisten un peligro intrínseco para las ballenas, delfines y lobos marinos. Las redes que se ponen para evitar interacciones con las salmoneras son simplemente para evitar que se escapen los peces y no para resguardar la integridad o la salud de los mamíferos marinos”.

El reglamento también solicita a los centros tener un plan ante contingencias, que incluye el enmalle de mamíferos marinos. En 2021, mediante una resolución exenta, se estableció el tipo y alcance de las interacciones con mamíferos marinos respecto a las cuales deberán aplicarse estos planes.

Adicionalmente, en 202 se establecieron los contenidos mínimos que deberán contener los “Planes de acción para enfrentar la interacción de mamíferos marinos con infraestructura del centro de cultivo”, por lo que a partir del 30 de marzo de 2022, se determinó que todo centro de cultivo deberá contar obligatoriamente con este plan, el cual debe ser evaluado y aprobado por Sernapesca.

Concesiones para salmoneras en reservas naturales

El centro de cultivo Matilde 3, donde quedó atrapada la ballena sei, está ubicado en la
Isla Matilde, que forma para de la Reserva Nacional Las Guaitecas, un área protegida del Estado destinada a la conservación de los ecosistemas naturales y que forma parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNASPE).

Debido a la abundante productividad biológica y diversidad de hábitats del sector, esta área es una de las zonas de crianza y alimentación más importantes de las ballenas azules en el hemisferio sur.

Tan solo dos semanas luego del enmalle de la ballena sei, la empresa Australis Mar reportó el avistamiento de otros cuatro ejemplares de la misma especie cerca de las balsas.

Lo cierto es que la Reserva Nacional Las Guaitecas ha sido ocupada por la actividad acuícola y .se ha permitido la instalación de más de 300 concesiones para salmonicultura, generando una actividad industrial dentro de este ecosistema protegido, atentando en contra los objetivos de conservación para los que estas áreas fueron creadas, poniendo en riesgo la vida marina

Según información de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), citada por Posner, en la Reserva
Nacional Las Guaitecas se ubican 312 concesiones de acuicultura.

“Esto ha pasado muchas veces, y va a seguir pasando mientras existan salmoneras en estos hábitats naturales de la ballena. Lo más grave aún es que esto ocurra dentro de un área protegida donde el objetivo principal es la conservación de la biodiversidad”, lamentó Alex Muñoz.

Aunque el pasado 14 de junio fue aprobada la Ley para la Naturaleza, que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas, se dejó por fuera el artículo buscaba impedir la renovación y otorgamiento de nuevas concesiones en reservas naturales.

Por tal motivo, sigue vigente lo dispuesto por la Ley General de Pesca y Acuicultura, que prohíbe el
otorgamiento de concesiones solo en las tres categorías más estrictas de protección:
parques nacionales, monumentos naturales y reserva región virgen.

Al respecto, Muñoz planteó que “en la ley del SBAP no se puso ninguna cortapisa efectiva a la
entrega de salmoneras en áreas tan relevantes como reservas nacionales o reservas marinas”., lo que a su juicio debería enmendarse,

“Deberíamos transparentar toda la información sobre impactos de estas salmoneras en ballenas, delfines y otros mamíferos marinos que sabemos que están muriendo dentro de las salmoneras, pero que se ha mantenido oculto por estas empresas durante tantos años”, agregó el abogado.