El próximo 20 de agosto la población de Ecuador irá a las urnas para elegir nuevas autoridades. En ese mismo momento, habrá dos papeletas adicionales de consulta popular. Una de ellas será para decidir si 846 millones de barriles de petróleo se mantendrán indefinidamente bajo tierra en el Parque Nacional Yasuní, una área natural protegida, ubicada al nororiente del país, en plena cuenca amazónica, reconocida como “santuario mundial de biodiversidad” y declarada por la UNESCO como “Reserva de la Biósfera”.
Luego de diez años de obstáculos legales y políticos, el pasado 9 de mayo de 2023, la Corte Constitucional autorizó la realización de la consulta, junto con las elecciones presidenciales anticipadas, “marcando un hito en la defensa de los derechos de participación y los derechos de la naturaleza”.
La propuesta está liderada por YASunidos, un “colectivo de colectivos” conformado por diversas organizaciones de ecologistas, indígenas, feministas, artistas, ciclistas urbanos, ciudadanos y activistas. Nació en agosto de 2013 con un propósito: recolectar firmas y convocar a una consulta popular para que la ciudadanía decida si quiere que el petróleo del bloque ITT del Parque Nacional Yasuní sea o no extraído.
Los debates han comenzado en todo el país y la polémica circula por redes sociales y medios, en torno la conveniencia de detener o continuar con la explotación en el bloque petrolero 43, conocido como ITT (por los nombres de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini), área colindante con la Zona Intangible Tagaeri Taromenani. El ITT ha sido objeto de una lucha histórica, que inició en los años 90, para proteger de la extracción petrolera a una de las zonas más biodiversas del planeta: 1.300 especies de árboles, 610 especies de aves, más de 268 especies de peces y 200 especies de mamíferos.
Para el Gobierno “es un golpe financiero fuerte que a cualquier empresa petrolera le puede poner en un escenario de riesgo”, con la posibilidad de arbitrajes internacionales (Primicias, 12 de julio de 2023). Los inversionistas y las empresas que viven de los servicios de la explotación petrolera crean miedo y anuncian el colapso de la economía. Los ecologistas y Pueblos indígenas nos hablan de la “Amazonía por la Vida”, la biodiversidad y la autodeterminación.
YASunidos argumenta que el desmantelamiento del ITT oscila los 1.000 millones de dólares , cuyo valor es mínimo si se compara con las exoneraciones tributarias que reciben las grandes empresas : solo en 2021 se dieron 6000 millones de dólares en subsidios y el 80% fue a los grupos más ricos del Ecuador (Análisis y Debate No ,50, junio 2023). Si se añade la creciente evasión fiscal, el Estado deja de recibir 13.000 millones de dólares.
YASunidos confía en que ganarán la consulta popular. Una reciente encuesta nacional muestra un voto favorable de 31% (Comunicaliza, julio de 2023). Una década atrás, otra encuestadora (Perfiles de Opinión) señaló que “la aceptación de la iniciativa de dejar el crudo bajo tierra creció del 83,7% en agosto de 2011 al 92,7% en junio de 2013”.
YASunidos espera trascender con el debate y llegar a los grandes medios, para que la gente entienda que es una propuesta viable, que el país ahorra si se consideran los daños ambientales. Paralelamente, se propone activar las movilizaciones y capacitación con los colectivos locales en cada ciudad y provincia.
“En esta consulta se juega otro modelo de desarrollo y la idea de que otro mundo es posible, destaca Ramiro Ávila, jurista de Derechos Humanos, un mundo sin extractivismo y sin zonas de sacrificio. Un mundo donde los pueblos y comunidades puedan autodeterminarse. Un mundo de protección y vida en abundancia y no uno en el que tengan que intercambiar la contaminación de su territorio por derechos” (GK, 20 de junio de 2023).
Fotografías: Walker Vizcarra