Recientemente, Naciones Unidas ha dejado claro que para combatir la crisis climática a la que nos estamos enfrentando por culpa de las malas políticas de los países de la Tierra, se debe contar con la sabiduría indígena, que han sabido durante milenios ser parte de la propia naturaleza, cuidar los recursos que les daba y proteger los ecosistemas naturales.

Pero la soberbia humana ha llegado a un punto que se mira a sí misma, dando la espalda a los elementos que precisamente le da la vida,  extrayendo los recursos naturales de una forma inconsciente solo pensando en los aportes económicos, sin darse cuenta o sabiendo, que  esos mismos patrimonios naturales son finitos y que la naturaleza no puede recuperarse al ritmo de destrucción a la que la sometemos.

Los pueblos indígenas han sabido perfectamente conectar con la madre Tierra, protegiendo los recursos que obtienen de ella de una forma ecológica y sostenible, sin contaminar los elementos imprescindibles para su existencia.

Hoy en día, estamos cometiendo un gran error contra la vida, un genocidio consentido contra los pueblos originarios que nos dan lecciones de amor a la madre Tierra. Los aislamos, les consideramos seres muchas veces sin derechos a lo más básico olvidándonos que son también ciudadanos con pleno derecho. Se asesinan a sus líderes, se les presiona,  se les expulsa de sus tierras a pesar de que existan leyes que les protejan, se les utiliza en las campañas electorales y después se les ignoran. Es una realidad la que tienen que soportar que viola los más elementales derechos humanos. Sin embargo, los gobiernos miran para el otro lado, No quieren o más bien temen, enfrentarse cara a cara con ellos, porque su sabiduría es superior a los mandatos de Estado que vienen siempre originados por intereses políticos, económicos y de poder.

El ejemplo lo tenemos en Argentina, un país hermano y que sin embargo, sus gobernantes ignoran a los pueblos indígenas. En la provincia de Formosa, al norte del país, los pueblos originarios están siendo olvidados, los utilizan a conveniencia de los políticos. Las escuelas donde estudian sus niños, muchas de ellas no tienen paredes, solo un techo, prácticamente en la intemperie sin que exista una educación igualitaria al resto de los ciudadanos. Su cultura está siendo mutilada en las propias escuelas, su lengua olvidada, una forma más de destruir a las generaciones futuras haciéndolas olvidar de dónde vienen y cuál es su identidad.

Félix Díaz, líder indígena que lleva dos años y cinco meses acampado frente a la casa rosada donde reside el Presidente del Gobierno para ser recibido por éste y tratar sobre la situación en que se encuentran sus pueblos en Formosa apelando a las leyes argentinas, está siendo despreciado por el propio Presidente que sabe de su existencia y que desde su despacho, posiblemente riendo, observa el acampe frente a su despacho sin que tenga un mínimo de empatía o acercamiento hacia ellos o bien acercarse para poder escuchar las reivindicaciones de los pueblos originarios de Argentina.

Hace sólo unos días, Félix ha lanzado un comunicado a su gobierno, al mundo, que reproduzco a continuación como símbolo de la nobleza indígena, de la libertad de su pueblo que sufre la pobreza y el hambre, como símbolo de un llamamiento desgarrador y con el apoyo político de Naciones Unidas Su título:

 

Defensa del Territorio y la Madre Tierra

 

Fotografía: Félix Díaz (bufanda de rayas) En su radio Qom antes de ser incautada por el Gobierno de Formosa.

Soy Félix Díaz, Presidente del Consejo Consultivo Participativo de los Pueblos Indígenas de la República Argentina y a la vez Qarashe de la Comunidad Qom Potae Napocna Navogoh de la Provincia de Formosa, Argentina. Estamos llevando adelante un proceso en la lucha de los pueblos indígenas de Argentina,  buscando respaldo institucional para poder proteger nuestro territorio y que tiene que ver con el cuidado del medio ambiente y también la protección de nuestra madre tierra.

Los pueblos indígenas del continente americano, estamos en una región que se llama Gran Chaco Sudamericano, que está entre el límite de Paraguay, Argentina y Bolivia. Hemos intentado siempre proteger los bosques, los ríos, lagunas, porque son recursos que fueron creados justamente para ser equilibrio de la naturaleza y del medio ambiente y también para los seres humanos y no humanos. Los pueblos indígenas han podido subsistir mediante el uso de los recursos naturales en aquellos tiempos cuando no existía el colonizador. Nosotros vemos al monte como un supermercado porque ahí están los recursos naturales que uno necesita, alimento, medicina, espiritualidad y también vemos con mucha responsabilidad el tema del cuidado del agua porque hemos aprendido de nuestros ancestros cómo vemos el padre sol, la madre tierra, estos padres que para nosotros nos enseñaron que el agua es como la sangre que circula en el planeta. Por eso están muy ligados estas tres cosas, si nosotros no defendemos nuestros bosques, nuestras aguas, esta situación que vive la humanidad puede desaparecer porque si no hay monte no hay futuro, si no hay agua no hay futuro, si el medio ambiente es contaminado tampoco hay esperanza de vida.

Fotografía: Félix Diaz. Manifestación en defensa de su tierra. Pueblos originarios de Formosa (Norte de Argentina)

Por eso vemos con mucha preocupación la falta de garantía jurídica. No podemos proteger nuestros territorios porque están en manos de las empresas multinacionales, como las petroleras, las ganaderas, los sojeros, los mineros, el litio y otros recursos naturales que se extraen del territorio donde habitan los pueblos indígenas. Por esa razón los pueblos indígenas queremos que la humanidad nos entienda y que nos escuchen, porque acá no estamos compitiendo con el mercado financiero, lo que estamos buscando es proteger la vida de todos los seres que habitan en este mundo porque todas las especies que tenemos alrededor nuestro, tanto debajo del subsuelo, agua, mares, ríos, montes, son seres vivos que fueron creados para ser el equilibrio de la misma naturaleza.

Al exterminar una especie corremos el riesgo de aumentar las que se denominan plagas, porque la superpoblación de una especie es muy peligrosa, por eso la misma especie hace su propio equilibrio sin que el ser humano intervenga.

La tierra necesita protección porque hay seres que viven debajo de la tierra, hay seres que viven bajo del mar, del río.  Esos seres tienen su propio territorio, también entre ellos se exterminan y el hombre no puede intervenir en ese equilibrio, porque es una creación de un ser que nos dio la posibilidad de vivir en este mundo. Si nosotros no respetamos la forma de vida de cada especie, no somos quienes podemos condicionar la vida de las demás personas o demás seres porque hay seres espirituales que necesitan protección para poder proteger también un espacio físico para que también puedan acompañar y orientar a la espiritualidad indígena de cómo tenemos que sostenernos en este mundo.

Por eso la importancia en el respeto que deberían tener  a los pueblos indígenas debería ser esencial.  Tiene que haber un diálogo entre estado y pueblos indígenas y no con los condicionamientos que ponen los gobiernos en decir que tenemos que ser oficialistas y no opositor de un gobierno. Tenemos nuestras propias leyes que fueron creadas justamente con la intención de garantizar el respeto que nos merecemos y esas legislaciones que fueron creadas no se cumplen, porque los jueces no conocen la legislación indígena o no quieren conocerla.

Fotografía: Félix Días. Félix en manifestación en defensa de sus tierras.

Los gobiernos también usan la legislación indígena para poder buscar el beneficio del estado para que ingrese recursos económicos para el bienestar de los ciudadanos de cada país. No estamos en contra del desarrollo económico,  lo que sí estamos en contra de la contaminación, la destrucción de nuestra madre tierra porque el monte fue fundamental en nuestra existencia, porque es él que nos hizo cobijar en los momentos difíciles cuando no había contaminación en los ríos, en las lagunas, no había desmonte y a través de las frutas hemos podido subsistir.  Las medicinas que nosotros vemos  no tienen fecha de vencimiento porque están ahí permanentemente, cuando se usa se saca lo que se tiene que usar y no acumular para poder depositar, para que las futuras generaciones puedan usar esas plantas que están acumuladas. Hay que respetar el lugar donde están, protegerlo con su propia naturaleza.

Así que eso es lo que nosotros queremos compartir con ustedes, espero que les sirva nuestro testimonio y que nos ayuden a proteger a nuestra madre tierra.

Qalota ñachek!    Muchas gracias!

Argentina, 22 de Julio de 2023