Por Juliana Vizcarra Lizarazo
Ayer, 21 de junio, tuvo lugar en Quito una de las celebraciones sagradas más importantes de los pueblos andinos en la que se agradece el tiempo de cosecha, la fertilidad de la Pacha Mama y la energía del taita Inti (sol). Es el Inti Raymi en Quito, en el que miles de personas zapatearon hasta el emblemático parque El Arbolito en el centro norte de la capital del Ecuador.
Para los tiempos actuales, en los que el sin-sentido de la vida pareciera oscurecer el horizonte de lo humano es pertinente lo dicho por Silo (Mario Rodríguez Cobo), escritor argentino y fundador del Movimiento Humanista en su libro Humanizar la Tierra: «…Podrías replicar que aunque triste o alegre, un número es siempre el mismo y que el sol es el sol, aunque no exista el ser humano. Yo te diré que un número es distinto a sí mismo según tengas que dar o recibir, y que el sol ocupa más lugar en los seres humanos que en los cielos…»