Son alrededor de 238.000 las personas que perdieron la vida en alguno de los conflictos armados que tuvieron lugar en el mundo en el año 2022, lo que representa un 96% más que el año anterior. Esta cifra corresponde al mayor nivel de muertes producidas en este tipo de situaciones en lo que va del presente siglo.
Se trata de una de las principales conclusiones divulgadas en la 17ª edición del Índice de Paz Global, un estudio elaborado por el Instituto para la Economía y la Paz, cuyos datos se dieron a conocer esta semana.
A escala global, el nivel promedio de paz en los diferentes países ha empeorado por noveno año consecutivo, siendo un 0,42% respecto al año 2022, como consecuencia de la aceleración de los conflictos regionales, los disturbios civiles y la inestabilidad política.
También el nivel de paz mundial ha decrecido un 5% desde 2008 y son 95 países los que han empeorado sus puntuaciones en el último año. En cuanto al nivel medio de paz mundial, este ha empeorado en 13 de los últimos 15 años, sin que se hayan registrado mejoras desde el 2014.
Islandia sigue siendo el país más pacífico del mundo, un lugar que ocupa desde el año 2008, seguida de Dinamarca, Irlanda, Nueva Zelanda y Austria. Por sexto año consecutivo, Afganistán resulta ser la nación menos pacífica, por delante de Yemen, Siria, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo. Paradójicamente, debido a las dinámicas cambiantes de los conflictos, Afganistán y Siria han registrado mejoras en sus niveles de paz.
Europa sigue siendo para este estudio la región más pacífica del mundo, albergando a siete de los diez países más pacíficos; pero este continente ha empeorado su nivel de paz y registra el segundo mayor empeoramiento de una región al agrupar a Rusia y las naciones euroasiáticas. Del total de 36 países europeos, 13 de ellos registraron mejoras mientras que 23 empeoramientos.
Si bien los principales conflictos en Oriente Medio, Norte de África y Asia Meridional se han ido apaciguando, los de África Subsahariana, Europa y Asia-Pacífico se han intensificado. La región de Rusia y Eurasia ha registrado el mayor deterioro de la paz en este año.
El Presidente y fundador del Instituto para la Economía y la Paz, Steve Killelea, argumentó que «la mayoría de los países están reduciendo su dependencia de las fuerzas armadas», mientras que «un número cada vez mayor de conflictos se está internacionalizando», lo que ha llevado a que «el número de muertes en conflictos es el más alto desde el genocidio de Ruanda, que causó más de 800.000 muertos y desencadenó una oleada de acción mundial».
La invasión de Ucrania ha provocado que el número total de ucranianos refugiados o desplazados pase del 1,7% antes del conflicto a más del 30% actualmente, una cifra que probablemente siga aumentando, según el estudio. Hasta el 65% de los hombres ucranianos con edades comprendidas entre 20 y 24 años han huido del país o han muerto en el conflicto, que, de acuerdo con lo recogido en el informe, ha provocado 83.000 muertes.
Respecto de la migración forzada, el número mundial de refugiados y desplazados internos sigue creciendo, tanto que al día de hoy hay 15 países con más del 5% de su población desplazada.
Por su parte, el gasto militar total creció un 17% desde 2008 (92 países han incrementado su partida presupuestaria armamentista), correspondiendo los mayores incrementos a China (180.000 millones de dólares), EEUU (70.000 millones) e India (40.000 millones). El estudio también informa que los drones se utilizan cada vez más en conflictos, como los de Ucrania, Etiopía y Myanmar. Prueba de ello es que el número de ataques creció un 41% en 2022 y el de grupos que los utilizan lo hizo en un 24%.
Finalmente, Steve Killelea señaló que «la guerra se ha convertido, en la mayoría de los casos, en algo imposible de ganar y en una carga económica cada vez más pesada».