POEMA

 

 

 

 

Los pasos por el bosque cada año son más silenciosos. ¿Qué está pasando? La música de la naturaleza se desvanece ante nuestros ojos. Se ven menos insectos, menos mariposas en la primavera. Menos escarabajos buscando su camino en la arena perdida de la nada.

El bosque se apaga y solo unos tímidos rayos buscan sobrevivir en la sabia paciencia de sus raíces. Sus ramas  que extienden sus brazos, buscan la esperanza de sostener nidos donde la vida siga fluyendo en armonía. Pero…el silencio avanza. Las flores silvestres están tristes y la naturaleza llora con lágrimas de rocío cada mañana. 

¿Qué está pasando? Me pregunto callado bajo el abeto que cobija mi sueño. El tampoco lo sabe, pero algo extraño envuelve el aroma del campo.

Antes,  tus pasos eran alegres acompañados por bellos cantos de aves que se mezclaban entre sí formando una orquesta armoniosa y perfecta. Ahora, tus pisadas se escuchan con más eco, rompiendo el sentir de la natura.

No encuentro versos que puedan transmitir esta sensación extraña de un bosque amargo, de un bosque olvidado.

¿Y mañana? Si su voz se apaga y su música no encuentra partitura y sin ella, la vida en la Tierra también se extingue, se disipa como el polvo como el polvo de las estrellas en un mundo perdido.

Te quedas sin voz,

sin llanto,

sin una flor

que alegre el arcoíris

de tu canto.

 

Silencio  callado

por crujidos aislados,

gritos en la nada

y versos rotos

por rugidos desesperados.

 

¿Qué le hemos hecho?

Hasta su aroma

se pierde

en humos cansados 

y el ruido sonoro

de aviones y motores,

despiertan su aliento.

 

¿Dónde está la alegría

de colores vivos

que deben ondear

en su corazón altivo?

 

Mariposas solitarias

buscan su néctar

cada vez más reducido

en un  bosque cambiante

errante y fugitivo.

 

Sus ramas

tristes están

de no cobijar

nuevas vidas

que alumbrar.

 

Todos callan

entre lágrimas

y suspiros

buscando el hada

en un bosque perdido.