PROSA POÉTICA
¿Puede ser el sueño transformado a nuestra medida? ¿Es el sueño una realidad virtual o una aventura de nuestra alma? Hay sueños en los que al despertar nos sentimos alegres o tristes. Después está el sueño real, lo que quieres ser o conseguir en la vida.
Unos pueden ser manipulables según lo que dictamine nuestra mente y el otro a veces es inalcanzable.
Si miramos atrás en nuestra vida, una película invisible nos muestra los momentos más importantes, los recuerdos que mantenemos para siempre bien guardados en el armario de nuestro corazón profundo. El paso del tiempo nos hace envejecer, dar más importancia a la espiritualidad de cada uno, a la sombra de nuestra conciencia y al futuro inmediato.
Cuando leemos un libro, también soñamos. Las palabras se convierten en imágenes, en sentimientos y angustias, en alegrías y esperanzas. Tal vez sea eso el sueño. El libro de nuestra vida y de las ilusiones perdidas.
Sueño soñando y por soñar, mi vida se envuelve en un sueño triunfal.
Te veo, te sueño
y me ves…
Te siento
en el ayer,
te busco
y te quiero ver,
más no puedo besarte
y sentir tu piel.
Días callados,
lluvia en el atardecer
y un corazón
temblando
de tanto querer
Una flor triste,
un pétalo
roto por el viento
del placer,
palabras que hunden
el puente del saber.
Te veo…
puede ser…
la luz ya llega
al amanecer.
El sueño aplaca mi sed
y mis recuerdos
dulces como la miel
imploran su rincón
en el ayer.
Sueño soñando
que el mundo se detiene,
que la paloma blanca
lleva su laurel
y que extiende sus alas
formando un vergel.