Pedro Pozas Terrados.-
Estamos asistiendo a una de las peores crisis de sequía que hayamos atravesado y aunque lleguen lluvias, la situación irá empeorando cada vez más y la guerra del agua entre comunidades, agricultores, ganaderos y poblaciones en general, se acentuarán sin que exista muchas soluciones a corto plazo.
La explotación ilegal de acuíferos que se realiza de forma masiva, acentúa más la escasez de agua potable, sin contar con su contaminación por filtraciones de residuos de todo tipo sin ningún tipo de control.
El agua dulce es un recurso mal empleado y tristemente marcado por las seis mil personas, en su mayoría niños, que cada día mueren a consecuencia de tomar agua en malas condiciones. Sesenta y seis millones de personas en todo el mundo están infectadas por la schistosomiasis, una de las enfermedades parasitarias más importantes ocasionadas por el consumo de agua contaminada.
Más de la mitad de los ríos del mundo están envenenados o sus cauces bajos, quedan secos la gran parte del año debido a la sobre utilización. De los 500 ríos principales del mundo, 250 se contaminan seriamente. Millones de personas se han convertido en refugiados ambientales. Las cifras aumentan cada año de forma preocupante, no sólo por la falta de agua, sino por todo tipo de desastres naturales graves.
Como consecuencia de todo ello y unido al cambio climático, estamos asistiendo a uno de los años más calurosos registrados en la historia de la humanidad desde que el hombre controla la temperatura de la tierra.
Según la ONU, 2.200 millones de personas en el mundo carecen de acceso de agua potable y 297.000 niños menores de cinco años mueren al año debido a las enfermedades por malas condiciones sanitarias y agua no potable y las cifras siguen aumentando juntándose con las de los refugiados climáticos.
Tales de Mileto antecesor de Sócrates dijo que el agua era el principio de todas las cosas. Todas las civilizaciones más antiguas: la china, la egipcia, la mesopotámica han nacido en el curso de un río: el Huang ho, el Nilo. El Tigris y el Eufrates. Son decisiones sociales lógicas en la estructura de la vida. Y la falta del agua será el principio de hostilidades a nivel planetario.
De toda el agua del planeta tierra, el 97% es salado y está en océanos y mares, mientras que un 3% es agua dulce, del cual sólo el 1% es utilizable y el 2% está actualmente congelado en glaciares y capas polares. De ese 1%, el 70% se emplea para riego en agricultura principalmente, el 20 %es para la industria y un 10% restante para uso doméstico. Esta crisis del agua se origina esencialmente por el uso indiscriminado, la falta de administración de recursos del agua y la destrucción de ecosistemas como bosques y humedales que capturan, filtran, guardan y distribuyen agua. Precisamente, la mitad de los humedales del mundo han desaparecido y Doñana y Cabañeros están en camino de ello.
Por otro lado el informe “Running Pure” (corriente pura), señala que se deben de proteger al máximo las zonas forestales cercanas a las ciudades, pues estos bosques naturales bien manejados, minimizan el riesgo de deslizamientos de tierra, erosión y sedimentación, y mejoran de una manera significativa la pureza del agua, filtrando productos contaminantes como pesticidas y, en algunos casos, capturando y almacenando agua. Esta gestión de los bosques, puede significar grandes ahorros.
Sin embargo, The guardian, ha denunciado que los bancos centrales del mundo financian la destrucción de las selvas tropicales. El Banco de Inglaterra, la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco Central Europeo se encuentran, según el citado medio de comunicación, entre las instituciones que han comprado millones de dólares en bonos emitidos por empresas vinculadas a la deforestación y el acaparamiento de tierras, según el Informe Bankrolling Destruction publicado por Derechos Global. Ello significa como muy bien indican en el citado informe, que los contribuyentes de todos esos territorios, es decir todos nosotros, estamos suscribiendo sin saberlo, a compañías involucradas en la destrucción de la Amazonia y otras selvas tropicales. Los responsables son los gobiernos que lo permiten y no pueden alegar ignorancia con la cantidad de asesores con los que se cobijan. Y los árboles son imprescindibles en el círculo biológico del agua.
Un nuevo informe de la agencia meteorológica de Naciones Unidas, nos advierte que las temperaturas mundiales alcanzarán niveles récord impulsada por los gases de efecto invernadero, que no sólo es el CO2 y por el fenómeno natural de El Niño, lo que tendrá repercusiones en la salud, la seguridad alimentaria y el medio ambiente, alertando además del calentamiento del Ártico y el cambio en los patrones de precipitaciones a nivel global. En los próximos cinco años, según el informe, serán los más cálidos jamás registrados.
A todo esto. ¿Qué hacen nuestros políticos sabiendo que España será particularmente castigada por la sequia y las altas temperaturas de toda Europa. Nada, solo echarse las culpas unos a otros entre las comunidades, dejando a España que se salve quien pueda. No toman decisiones reales y efectivas.
La crisis climática es muy seria y los conflictos bélicos pueden estallar muy pronto por razones del agua que yo considero como el nuevo “oro transparente”. Pero ¿qué se podría hacer con el 97% de agua salada? Las desoladoras actuales no son muy rentables ya que para su construcción y funcionamiento, hacen que el agua desalada salga muy cara y a pesar de ello, se ve como una salida para los países que tienen recursos económicos. Pero……. ¿y para esos millones de personas que mueren por falta de agua….. y esos niños infectados por beber charcas malolientes, con enfermedades dolorosas hasta la muerte? ¿y esa hambruna que hace que todos los años mueren millones de personas y se originen verdaderas riadas de refugiados ambientales?
Estamos hechos de un 70% de agua y alguien, un formidable escritor, un magnífico talento de la pluma y la ciencia, un Julio Verne de nuestros días, nos entrega una fórmula sencilla para que en el mundo no falte agua, para que los desiertos sean regados con campos fértiles para paliar la hambruna y la sed, para que los países con problemas de agua puedan solventar sus graves deficiencias, para que un agua barata e ilimitada, pueda ser usada de forma rentable por todos los ciudadanos del mundo. Me refiero al sistema inventado por Alberto Vázquez Figueroa, en su Desalinizadora por Presión Natural.
Este invento supone la obtención de agua dulce muy barata y con poca energía en comparación con las desoladoras convencionales. Es una solución efectiva para aquellos lugares donde el agua potable escasea y donde los recursos económicos son pobres y se encuentren cercanos al mar. El mar, donde originariamente comenzó la vida, puede de nuevo entregarla a todos los pueblos que hoy en día se mueren de sed y España es privilegiada ya que se encuentra rodeada de mar.
Ya lo he denunciado hasta la saciedad e incluso me he puesto en contacto con las autoridades para advertir también que con agua de mar sólo para lavarse las manos, pueden evitarse la muerte de 3,5 millones de niños que mueren por no poder hacerlo según UNICEF. Llevar camiones cisternas desde el mar a los lugares en donde se produce esta dicha mortandad es muy sencillo y de poco gasto.
Soluciones existen, pero como siempre, no hay voluntad política para solucionar este grave problema que afectará a la salud, a la alimentación y a la vida misma.