Mohamed Lafkir, preso político saharaui encarcelado en la prisión de Tan-Tan, ha levantado la voz para denunciar las condiciones inhumanas a las que está siendo sometido, así como los actos de hostigamiento y discriminación que padece en el centro penitenciario.
Lafkir, perteneciente al grupo de Gdeim Izik, su familia ha denunciado el trato inhumano que recibe por parte de las autoridades penitenciarias, por sufrir represalias y amenazas dentro de la prisión. Se ha experimentado un constante deterioro de su salud debido a la falta de atención médica adecuada.
La familia de Lafkir ha expresado su preocupación por el estado de salud de su familiar. Afirman que las autoridades penitenciarias se han negado a trasladarlo a un hospital fuera de la cárcel para recibir el tratamiento médico necesario, a pesar de sufrir un tumor en el cuello y dolor en la rodilla derecha, así como dolores abdominales persistentes.
Además, la familia ha denunciado la discriminación racial y la violación de los derechos básicos de Lafkir. Según ellos, el prisionero es objeto de un trato diferencial y humillante por parte de los carceleros, incluyendo la privación de tiempo de recreo diario y la imposición de una vigilancia estricta durante las visitas familiares.
La Liga para la Protección de los Prisioneros Saharauis en las cárceles marroquíes ha expresado su preocupación por la situación del preso saharaui y ha instado a las autoridades marroquíes a tomar medidas inmediatas para garantizar su bienestar y el respeto a sus derechos fundamentales.