El luchador por la autodeterminación Yahya Mohamed El Hafed Iaaza fue detenido y condenado injustamente a 15 años de prisión por Marruecos. El 1 de marzo de 2023 salió de la cárcel tras cumplir la condena íntegra. La comunidad saharaui le hizo un recibimiento magnífico en Tan Tan, con numerosísimos invitados. Luego llegarían represalias marroquíes hacia algunos de los participantes.
Habla de valores, que le fueron inculcados desde pequeño, de que nunca ha vacilado frente a los marroquíes.
Habla de los cargos absurdos que le atribuyeron, de cómo tuvo que hacer huelgas de hambre para que se los retiraran consiguiendo al menos, y mediante presión de organizaciones internacionales, que le quitaran la acusación de espiar para partidos extranjeros –el Polisario– quedando vigentes los cargos de delitos comunes, que tampoco eran ciertos.
También hizo huelgas de hambre para que le cambiaran de cárcel debido al asma que sufría. Sus huelgas fueron muy duras: 20, 30, 40, 63 días. Le mantuvieron aislado sin control médico casi hasta el final. Al final se le iba la cabeza, gritaba, tenía visiones.
Habla del apoyo a los presos. Hay que apoyar a las familias para que estén fuertes y que los presos lo sepan. La presión contra Marruecos debe venir de todas partes, también de los civiles presos, que deben ayudarse entre sí (como lo hizo él). Menciona a los estudiantes presos y al grupo de Gdeim Izik para quien pide un apoyo especial. Los saharauis deben permanecer unidos y reforzar la unidad nacional.
Pide que los padres se aseguren de que los hijos vayan a la escuela o les irá mal.