La Plataforma contra la Mina en el Nordeste de Segovia ha convocado una concentración este jueves 6 de abril en Cerezo de Abajo.
Por Álvaro Minguito/El Salto diario
Una empresa gallega, Explotación de Rocas Industriales y Minerales S.A. (Erimsa), ha solicitado a la Junta de Castilla y León autorización para explotar terrenos en la zona del nordeste de Segovia de los que se pretende extraer cuarzo del subsuelo durante los próximos 30 años, prorrogables según la Ley de Minas de los años 70. Para ello, plantean una mina a cielo abierto que, de ser aprobada, abarcaría una superficie equivalente a 2.785 hectáreas, de las que al menos 1.692 hectáreas serán explotadas, el equivalente a más de 2.000 campos de fútbol. La empresa gallega es una filial de la compañía noruega Elkem, cuyo accionista mayoritario es el grupo chino National Bluestar. De acuerdo al proyecto presentado su propósito es la obtención de cuarzo para uso metalúrgico para la exportación a Noruega y otros países. El proyecto también estima una creación de empleo para la zona de 30 puestos de trabajo, entre directos e indirectos.
Para dar a conocer y valorar este proyecto, la Plataforma contra la Mina en el Nordeste de Segovia ha convocado una concentración el jueves 6 de abril al mediodia en Cerezo de Abajo, uno de los municipios afectados directamente, junto a Barbolla, Sotillo, Castillejo de Mesleón, Cerezo de Arriba y Duruelo.
La organización ha afirmado durante la concentración que el proyecto ofrece un futuro que no interesa a la población de la zona, ya que va en contra de la naturaleza, el paisaje de la zona, la agricultura o la ganadería. Pero que también afecta al turismo y a la vida diaria de sus pobladores. Los vecinos temen que esta intervención afecte al terreno para siempre y que las tierras queden abandonadas, afectando no solo a los municipios señalados sino a toda la comarca, a sus acuíferos y a su ecosistema.
Ecologistas en Acción afirma que “aunque el proyecto contempla que, una vez cribados para extraer el cuarzo, la mayoría de los materiales extraídos sean devueltos al terreno, lo cierto es que el sistema de explotación a cielo abierto conllevaría un profundo impacto en las zonas explotadas, incluyendo cambios drásticos en la estructura del suelo y en su porosidad del suelo, ya que se extraen todas las partículas de más de 80 milímetros de diámetro”.
En la concentración la plataforma ha señalado además los imprevisibles riesgos sanitarios a medio y largo plazo derivados de la contaminación del aire y el agua.