Otro 24 de abril… y desde las matanzas hamidianas del Sultán Abdul Hamid II en 1894 hasta hoy…un genocidio continuado e impune de Turquía sobre los armenios, con un epicentro abyecto entre los años 1915 y 1923, donde de manera fría y calculada el gobierno turco planificó y perpetró el asesinato del pueblo de Armenia Occidental para apropiarse de casi todo el territorio originario e histórico de Armenia.
Un crimen de lesa humanidad, conocido y reconocido por la gran mayoría de los actores políticos del planeta (incluyendo decenas de países y organismos parlamentarios continentales) que, a pesar de ello, eligen callar adrede frente a Turquía por conveniencias mezquinas, y también toleran que los perpetradores del genocidio lo nieguen impúdicamente desde los más altos pedestales de la geopolítica mundial mientras siguen asesinando al pueblo armenio sin consecuencias, como lo están haciendo desde 2020 en Artsaj (Nagorno Karabagh) en unión con Azerbaiyán, para citar sólo un caso.
La Bíblica Armenia de más de 8.000 años de historia, hace algo más de 100 años que tiene gran parte de sus extensas y ancestrales tierras usurpadas por Turquía, y hace algo más de 30 años, también por Azerbaiyán.
Las tierras occidentales de Armenia fueron decretadas armenias en 1917 por Rusia y en el año 1920 fueron solemnemente reconocidas en el derecho internacional público como integrantes del Estado Armenia por Estados Unidos de Norteamérica, Inglaterra, Francia, Italia, Irlanda, Escocia, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, India, Bélgica, Grecia, Polonia, Portugal, Rumanía, Japón, la ex Yugoeslavia, la ex Checoeslovaquia, Suiza, Uruguay, Perú, Venezuela, El Salvador, Brasil, Argentina e incluso por la propia Turquía.
El 22 de noviembre de 1920, el entonces presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Woodrow Wilson, a pedido de los Estados de Armenia y Turquía, ofició de árbitro y dictó sentencia de arbitraje internacional que determinó las fronteras que dividen a ambos Estados, sentencia que tiene firmeza y vigencia en la actualidad.
La noticia que los armenios damos al mundo en un día como hoy, es que llegó la hora de la dignidad.
Hemos constituido a la República de Armenia Occidental, Estado continuador del Estado Armenia de 1920, para utilizarla como herramienta adecuada para liberar y recuperar Nuestras Tierras por intermedio del derecho internacional público.
Desde todos los confines del mundo, los millones de armenios que conformamos el pueblo originario de Armenia Occidental nos estamos organizando en el ejercicio de nuestros derechos internacionales vigentes para comenzar los procesos de recuperación de nuestros territorios indiscutiblemente armenios, desde el Monte Ararat hasta la última de nuestras queridas provincias de Armenia Occidental.
Invitamos a todos los pueblos libres del mundo y a su dirigencia política a acompañarnos en esta epopeya de liberación y recuperación de Nuestras Tierras ancestrales, que ya estamos transitando.
Esta es nuestra nueva manera de conmemorar a nuestros mártires, con renovadas esperanzas, con dignidad, multiplicados, con presencia en todos los países del mundo, con una vocación patriótica inquebrantable, y siguiendo el legado de nuestros mayores que han sobrevivido al abominable crimen que recordamos hoy.
Armenia vive ¡Viva Armenia!
Dr. Guillermo A. Karamanian, Cónsul General de la República de Armenia Occidental en la República Argentina