Estados Unidos es el culpable de la pandemia de COVID. Robert F. Kennedy Jr. ha hecho pública la historia de los laboratorios biológicos de EEUU. El periódico «The Print» escribe: «El abogado defensor del Medio Ambiente Robert F. Kennedy Jr. declaró que el consejero principal de Salud del presidente de EEUU Anthony Fauci, responsable del desarrollo de armas biológicas para el Pentágono desde 2002, trasladó sus investigaciones en el área de armas biológicas al laboratorio de Wuhan en 2014 después de que tres virus «se fugaran» de un laboratorio de EEUU».

Robert F. Kennedy Jr. dio una entrevista al analista político Jimmy Dore. El video de la entrevista se puede ver en Twitter kanekoa.substack.com. En esta entrevista Robert F. Kennedy Jr., hijo del senador estadounidense Robert F. Kennedy, básicamente culpó a la administración del presidente Barack Obama por el inicio de la pandemia de COVID. Según sus declaraciones, todo comenzó con la fuga de tres virus del laboratorio norteamericano. En otras palabras, la fuga significa que los virus simplemente desaparecieron. Después de este escándalo, el Congreso celebró varias audiencias. Se pronunciaron muchas palabras rabiosas, se leyó una carta dirigida a Barak Obama y firmada por los 300 científicos más importantes del país, donde se denunciaban estas investigaciones irresponsables y peligrosas, y exigieron al presidente que cerrara el programa del tan
escandalosamente famoso Anthony Fauci, jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) financiado desde 2002.

De hecho, esto coincide con los datos de la correspondencia oficial entre NIAID y NIH (Instituto Nacional de Salud de EEUU) que la CIA denunció en 2021, donde se pone al descubierto que estas organizaciones ya venían siendo investigadas como mínimo seis años, y durante todo ese tiempo se seguían financiando los laboratorios de Wuhan donde se investigaba la posibilidad de contagio de virus a través de murciélagos.

Por ejemplo, se concedieron subvenciones de 826.277 dólares bajo la línea de «entender el riesgo de un brote de coronavirus de murciélagos». Anthony Fauci comentó que «el objetivo (de las investigaciones) era estudiar la interacción entre animales y humanos, observar, investigar y definir si estos virus de los murciélagos pueden infectar a humanos».
Fauci insistió en que el trabajo con el COVID se realizara desde 2015. Aunque los 300 ya mencionados científicos declararon que las investigaciones se realizaron desde 2002, es decir, desde el momento del brote del síndrome respiratorio grave agudo SARS-Cov-1, que llaman “primo” del virus del COVID-19. En ese preciso momento, en 2002, la viróloga de Wuhan, Shi Chengli, empezó a recibir financiamiento de EEUU para buscar diferentes y varios virus de animales que fueran sensibles a mutaciones para contagiar a personas. Una de las publicaciones del 2005 en la revista Lancet, dedicada a este estudio, se llama “Los murciélagos como reserva natural de los coronavirus del tipo SARS”.

El instituto de Wuhan, de hecho, realizó estudios sobre el SARS y el COVID antes de 2015, después de lo cual envió los datos a NIH. Esto lo asegura en la entrevista Robert F. Kennedy Jr.: “Dick Chane (ex vicepresidente de EEUU) les dio (del acta Patriótica) 2.2 billones de dólares que fueron enviados a través de NIH, es decir, a través de Anthony Fauci. Así, a partir de 2002, Fauci obtuvo un 68% de aumento del Pentágono para desarrollar armas biológicas y un millón de dólares más al año para desarrollar las posibilidades funcionales”.

Así fue posible este mosaico del cual se deduce el porqué la administración de Joe Biden se niega a crear una comisión bipartita para investigar las razones de la pandemia de COVID. Simplemente, todos los caminos conducen a EEUU.

¿No lo pueden creer? Pues aquí va otra cita de la entrevista de Kennedy Jr.: “Fauci siguió haciendo esto con la misma gente a la que financiaba aquí, con Ralf Baric y Peter Daszac, pero llevando las investigaciones a los laboratorios de Wuhan”. En otras palabras, Fauci simplemente sacó del país las investigaciones para continuarlas en los virus fugados en Wuhan, con el dinero y los científicos de EEUU.

La comunidad internacional debe insistir en llevar a cabo una investigación sobre el inicio y las razones de la pandemia. El daño socioeconómico que produjo la pandemia mundial aún hoy es difícil de apreciar. Las muertes por COVID alcanzan los 7 millones de personas. El daño económico es del 4 % del total del PIB. Se clausuraron muchos programas humanitarios internacionales. Por eso, si la pandemia fue creada intencionalmente, alguien debe responder por ello.

 

Centro Ruso de Análisis Estratégicos para la Humanidad