Me encanta los restaurantes que llamamos en Nueva York Cuchifritos. Situados en Spanish Harlem, Washington Heights, El Bronx, nuestros famosos Cuchifritos ofrecen habichuela (frijoles), pernil (cerdo asado), mangú (plátano majado dominicano) o mofongo (plátano majado puertorriqueño), y por supuesto, el famoso bacalao, el pescado seco, salado. El bacalao me recuerda la cocina de mi madre para el Viernes Santo cuando sólo comíamos pescado. En un restaurante cubano similar de Tebas, Florida, Desi Moreno Penson sitúa su nueva obra, El Bacalao, The Catfish Man, que se presenta en el teatro The Flea el Mayo 5 y 6. Basada en Las Bacantes de Eurípides, Desi Moreno contrapone los personajes cubanos  de religión pentecostal frente a sus creencias religiosas africanas. Los personajes, los cocineros y los dueños del restaurante han perdido el sentido del gusto cuando un semi dios africano parece para ser su salvador.

Cuando estaba leyendo la obra, quise probar el bacalao, que es la misma tentación para todos los personajes. Puse el pescado en remojo toda la noche. Al día siguiente, pelé las papas, las piqué y las añadí a la sartén junto con las cebollas, los pimientos, los tomates y el cilantro, donde ya se había estado cocinando el bacalao. El plato de mi almuerzo era un contraste del arroz blanco con los tomates rojizos, las cebollas translúcidas y la carne marrón y rosada del pescado con puntos verdes. Mojé una cuchara en él. Lo probé. Los sabores que golperon mi paladar me decían que estaba a salvo. Tenía el sentido el gusto vivo.

Entonces me interesé por saber más sobre el proceso y la inspiración que hay detrás la obra de teatro El Bacalao. Le hice unas preguntas a Desi Moreno-Penson sobre su trabajo.

JS: «El Bacalao». Qué título tan perfecto. ¿Cómo decidiste llamar a tu obra así?

DMP: ¡Me alegro mucho de que te guste! Como dramaturga, intento idear títulos interesantes, que inviten a la reflexión y que cautiven la atención de la gente. ¡Este en concreto se me ocurrió como una interpretación más latinx del título original de Las Bacantes-El Bacalao! Cuando le dije a mi pareja, Anthony, que estaba escribiendo la obra y le mencioné el título, se echó a reír inmediatamente. Fue entonces cuando supe que tenía algo bueno entre manos.

JS: La obra está inspirada en Las Bacantes, de Eurípides. ¿Por qué Eurípides sigue vigente hoy en día?

DMP: Eurípides y el teatro griego en su conjunto siguen haciendo algo a lo que aspiran la mayoría de las obras contemporáneas: poner un espejo ante el público y mostrarnos quiénes somos en realidad. Son obras que exponen brutalmente las pretensiones humanas de tener control y certeza. Todos queremos creer que controlamos nuestras vidas y nuestros destinos. El drama griego nos muestra que sólo nos engañamos a nosotros mismos. Son obras que abrazan los temas universales del amor, la familia, la comunidad, la espiritualidad, y nos muestran sin complejos los trágicos resultados de lo que puede ocurrir si los damos por sentados, si somos demasiado displicentes consigo mismos, con nuestros seres queridos. Son obras que abrazan la conexión entre el mundo natural y el sobrenatural. Nos muestran lo vital que es nuestra responsabilidad para nuestra espiritualidad, y lo que puede ocurrir si damos la espalda a nuestras creencias. Esto es lo que siempre me ha gustado del teatro griego y por lo que, como escritor, sigo volviendo a los griegos y, en particular, a Eurípides. La obra de Shakespeare es otra para mí.

JS: Usted rescata figuras míticas enraizadas en nuestras tradiciones africanas que están muy presentes en nuestra vida cotidiana, pero que a veces son ignoradas en nuestra narrativa. Me gustaría que comentara ese proceso.

DMP: Me encanta el panteón de los dioses. Me encantan las opciones que nos ofrece. Cada uno puede tener su propio Dios. Cada uno tiene sus propias ideas sobre la espiritualidad y las creencias espirituales. Sin embargo, vivimos en una sociedad a la que le gusta decirnos en qué creer y a qué rendir culto. Yo me crié como católica, no porque fuera mi elección, sino porque procedo de una familia de católicos. Sin embargo, al mismo tiempo, mi familia conservó sus creencias nativas y espirituales como latinos. Crecí aprendiendo las historias de dioses de la santería como Ogún y Changó. Como personas BIPOC (Personas de color, indígenas y afro descendientes), se nos anima especialmente a dar la espalda a este tipo de creencias. Todo lo que tenga que ver con algo que no sea lo aceptado y establecido está mal visto. O, como mínimo, se considera excéntrico y quizá un poco raro. Cuando me casé, una sacerdotisa wiccana afroamericana ofició nuestra ceremonia y nos casó en nombre de Yemaya y Oshún. Me quedaría corta si dijera que los invitados se quedaron un poco sorprendidos. Sin embargo, a mí me pareció lo más natural del mundo. Las creencias espirituales que marcan nuestros inicios culturales tienen la capacidad de decirnos quiénes somos realmente y de dónde venimos. Me gusta «rescatar» estas ideas porque creo que es importante mirar más allá de la dramaturgia tradicional enmarcada en temas como transición a la adultez u otros dramas  con temas familiares y domésticos que impregnan las narrativas latinas contemporáneas en su mayoría.  Creo que todos los pueblos y culturas tienen un sentido de la magia y lo sobrenatural. Además, como artista teatral latinx, quiero crear nuevos mitos dentro de una cultura que sigue teniendo una gran necesidad de explorar sus propias narrativas como americanos.

JS: Debemos reconocer que aún existe racismo entre los latinoamericanos, y su obra habla abiertamente del tema. ¿Cómo se puede escribir sobre el racismo sin alienar al público y qué papel desempeña el teatro en el cambio de nuestras actitudes y opiniones políticas al respecto?

DMP: En realidad es algo que a veces me preocupa como escritora, porque todavía hay mucho que no se dice ni se discute en la propia comunidad. Nadie quiere hablar de ello. Sin embargo, sigue existiendo. El racismo interiorizado es real y es algo profundamente sentido y arraigado en la comunidad latina. Creo que la comunidad tiene una necesidad casi obsesiva de demostrar a la cultura dominante que todos nos llevamos bien. Que nos apoyamos los unos a los otros y que todo es «Kum Ba Yah», ¿sabes? Y que todos tomamos brindamos juntos todos los jueves por la noche. Bueno, en realidad no es así. El Latinx no es un monolito. No nos conocemos todos personalmente. Todos somos individuos, y algunos de nosotros nos llevaremos bien con algunas personas, y con otras, no tanto. En cualquier caso, desde el punto de vista dramatúrgico, creo que merece la pena echarle un vistazo y, como dramaturga, pienso seguir hurgando en esa costra. Nunca me preocupa alienar al público porque la mayor parte de lo que escribo ya es extraño. Así que, si vienen a ver una de mis obras, deben esperar sentirse desconcertados por algo que vean en el escenario. Sinceramente, siempre he creído que esto es lo que mejor hace el teatro, pero ahora hay momentos en los que creo que el teatro lo está perdiendo. A veces da la sensación de que se trata de un entretenimiento mucho más superficial y escapista.

JS: Cuando hablamos de su obra Ominous Men, usted dijo: «Me he dado cuenta de que en esta era del activismo #MeToo, se ha hablado sobre todo de hombres blancos ricos y poderosos y de sus horribles abusos contra las mujeres. Sin embargo, rara vez veo discusión sobre los efectos la violencia doméstica, el abuso sexual y la violencia que se perpetra contra las mujeres en las comunidades de color.» El tema de los abusos sexuales en el contexto de las comunidades de color vuelve a estar en escena, pero creo que en El Bacalao tiene un ángulo diferente. El ángulo de la venganza. La venganza masculina. ¿Estoy en lo cierto?

DMP: Las Bacantes en sí es una magnífica obra de venganza. También es una obra de magnífico sufrimiento humano. Cuando empecé a trabajar en mi propia versión, quería que el tema de la venganza fuera global y dinámico. El personaje no binario de El Bacalao están decididos a vengarse por la forma en que su madre fue brutalmente tratada por su familia. Y para ello, no se detendrán ante nada, incluso si eso significa la pérdida de algo querido y preciado para ellos, que es lo que ocurre en la obra. Sin embargo, junto con El Bacalao, son las mujeres de la obra las que están hambrientas de venganza, hambrientas de voz, hambrientas de algún tipo de desahogo expresivo. Hay una frase en la obra, «Aquí las mujeres no hablan», que se repite continuamente a lo largo de la historia.  Fue algo deliberado por mi parte, ya que quería mostrar cómo las mujeres representadas en la obra se ven reprimidas y oprimidas por la misoginia, el abuso sexual y el comportamiento opresivo de los miembros masculinos de la familia. Cuando por fin se les da la oportunidad de «perderse en el grito», como dice El Bacalao, al final resulta trágico porque están siendo controladas por un semidiós vengativo al que realmente no le importan y las considera cómplices totales del sufrimiento de su madre. Así que, al final, todos pierden.

JS: ¿Cuál es el próximo proyecto?

DMP: Junto con estas 2 lecturas en el teatro The Flea, El Bacalao también es parte del 2do Taller Anual de Escritores de Adaptación BIPOC con Lifeline Theatre en Chicago. Y otra obra, Sin Agua, es parte del 2022-2023 Fighting Words New Script Development Program con Babes With Blades Theatre Company, también en Chicago. Ambas compañías son geniales y estoy muy emocionada de participar en estos programas. ¡Estoy muy ansiosa por estar en Chicago este verano! Además en agosto voy a participar en la Residencia de Escritores Michael Bradford con la también genial Compañía de Teatro Quick Silver; ¡nos vamos a las montañas Pocono!

Dicho esto, sin embargo, espero que mucha gente venga a ver las lecturas de El BACALAO: The Catfish Man a principios de mayo (5/5 y 5/6) en el teatro The Flea. Además de tener un gran elenco, las lecturas están siendo dirigidas por una maravillosa y talentosa SDC Director KM Jones con quien he trabajado antes en el Teatro de la Cadena con mi obra corta, Dead Wives Dance The Mambo. El enlace para las entradas es:

https://bit.ly/dqtpresentselbacalaothecatfishmanearlybirdtickets

Gracias, Desi, por concedernos esta entrevista.

Queridos lectores, después de ver la obra, vayan a un cuchifrito o preparen bacalao en casa. Aparte de la sabrosa experiencia, quizá necesitemos probarnos a nosotros mismos que nuestro paladar sigue funcionando y que nuestro pasado no nos ha echado una maldición.


Desi Moreno-Penson es actriz, dramaturga y productora teatral independiente que vive en Nueva York. Tiene un máster en dramaturgia y crítica teatral del Brooklyn College. Sus obras han sido desarrolladas/producidas en Ensemble Studio Theater (EST), INTAR, MultiStages, Perishable Theater (Providence, RI), Urban Theater Company (Chicago), Teatro Coribantes (San Juan, PR), entre otros. Su obra BEIGE ganó el Premio Nacional de Dramaturgia Latinx 2016.  Ha ganado dos veces el Concurso de Obras Nuevas de MultiStages. Desi vive en el Bronx con su maravillosa pareja, Anthony, y su gato, Choo-Choo.