Se cumplen 62 años de una hazaña humana histórica: el viaje del cosmonauta ruso Yuri Gagarin que le convirtió en el primer ser humano que vio con sus propios ojos la Tierra desde el espacio. Fue un 12 de abril de 1961 y fueron 108 minutos de vuelo. Marcaron un hito y colocaron a la entonces URSS, en plena guerra fría, a la cabeza de la carrera espacial.
VIDEO del TESTIMONIO DE YURI GAGARIN- 1962
(subtítulos en español)
Discurso antes del comienzo
Fuente teksty-pesenok.ru
¡Queridos amigos, familiares y extraños, compatriotas, gente de todos los países y continentes!
En unos minutos, una poderosa nave espacial me llevará a las lejanas extensiones del universo. ¿Qué os puedo contar en estos últimos minutos antes del inicio? Mi vida entera me parece ahora como un hermoso momento. Todo lo que se ha vivido, que se ha hecho antes, se ha vivido y hecho por el bien de este momento. Entiende, es difícil ordenar los sentimientos ahora, cuando la hora de la prueba, para la que nos hemos estado preparando durante mucho tiempo y con pasión, está muy cerca. No vale la pena hablar de las sensaciones que experimenté cuando me ofrecieron hacer este primer vuelo de la historia. ¿Alegría? No, no era sólo alegría. ¿Orgullo? No, no era sólo orgullo. Experimenté una gran felicidad. Ser el primero en el espacio, entrar uno contra uno en un duelo sin precedentes con la naturaleza, ¿es posible soñar con más?
Pero después de eso, pensé en la colosal responsabilidad que recaía sobre mí. El primero en lograr lo que generaciones de personas han soñado, el primero en allanar el camino de la humanidad al espacio… Nómbrame una tarea que sea más difícil que la que me tocó a mí. Esta es una responsabilidad no para uno, ni para docenas de personas, ni para el equipo. Esta es una responsabilidad para todo el pueblo soviético, para toda la humanidad, para su presente y futuro. Y si, sin embargo, me decido por este vuelo, es solo porque soy comunista, porque tengo detrás de mí ejemplos del heroísmo sin igual de mis compatriotas: el pueblo soviético. Sé que reuniré toda mi voluntad para hacer el mejor trabajo. Comprendiendo la responsabilidad de la tarea, haré todo lo que esté a mi alcance para cumplir la tarea del Partido Comunista y del pueblo soviético.
¿Soy feliz yendo al espacio? Por supuesto, feliz. Después de todo, en todos los tiempos y épocas fue la mayor felicidad para las personas participar en nuevos descubrimientos.
Me gustaría dedicar este primer vuelo espacial a la gente del comunismo, una sociedad en la que nuestro pueblo soviético ya está entrando y en la que, estoy seguro, entrará toda la gente de la tierra.
Quedan pocos minutos para el comienzo. Os digo, queridos amigos, adiós, como siempre se dice la gente que emprende un largo viaje. ¡Cómo quisiera abrazaros a todos, familiares y desconocidos, lejanos y cercanos!
¡Nos vemos pronto!