POEMA
Tu voz se escucha, cuando del silencio decide salir.
Cuando en las madrugadas,
ya serenas,
ya sin pausas,
ya sin cargas,
retumba al compás del gallo.
Tu voz se irradia, cuando los músculos atraviesa y se instala por todas partes.
Cuando se filtra en los riñones ya sin agua,
sobre el corazón ya sin válvulas,
sobre la memoria ya sin recuerdos,
en el canal de tu boca amarga.
Tu voz se hace presente, cuando enuncia
en la feroz ola de aquel mar ya enfurecido.
Cuando logra esquivar la marea de la isla dormida.
aquella que duerme por el encanto del miedo,
por el invierno que la dejo paralizada de tanto frío,
por el tsunami que la identidad le borró con un zumbido.
Tu voz se oye en silencio,
ruge pero no hiere,
canta y suena sin nada,
vibra pero nada mueve.
Tu voz quiere gritar
Salir del encierro,
de la opresión,
de la miseria,
de la desilusión.
Quiere salir para encontrar el origen,
la fuerza que la hacia retumbar,
mover y tumbar.
Quiere salir,
sin más para gritar sin miedo.