Se acabaron los pacos, reaparecieron los carabineros.
Desde luego, lo primero que hay que decir es que es muy lamentable que haya muerto una señora carabinera. No porque la vida de una mujer valga más que la de un hombre, pero de todos modos impresiona más. Y madre de unos niños chicos, para qué decir…
Pero resulta por lo menos interesante comprobar que esto bastó para que la opinión pública se diera vuelta de campana. Todo lo que siempre se ha dicho sobre la represión de estos «carabineros»: golpear a la gente sin piedad, dejar ciegos o tuertos a muchos, tirar a un joven al Mapocho y muchísimo más, ya no sirve, todo es al revés.
Y es un horror que se diga «perro Matapacos», pobre perrito que nunca mató a nadie, antes se le amaba y ahora se le odia.
Esta opinión tan veleidosa se puede deber a varias causas: creo que la primera es que todo el mundo se guía por lo que dicen los medios masivos de comunicación: El Mercurio, que se lee menos pero que da la línea que siguen todos; la radio y la televisión, que todas o la gran mayoría son de derecha y se imponen. Las redes sociales, que la izquierda no atina a meterse a ellas en grande. Entonces, compañeros y amigos, no le echemos la culpa al empedrado, por favor. ¿Habría que decir compañer@s y amig@s? Quizás, pero como soy anticuada, no me acostumbro a estas barbaridades.
Pero sigo con el tema de la formación de la opinión pública. La segunda razón es que la inseguridad y la delincuencia han aumentado en Chile. Yo siempre veía que era menor que en otros países de Latinoamérica y me decía “Están exagerando, guiados por la prensa de derecha, que magnifica un asalto y lo convierte en mil”. Pero ahora, personas de confianza me dicen que la delincuencia ha aumentado. Yo no soy muy gobiernista, pero no se le puede echar la culpa al gobierno de la delincuencia, que es un problema complejo.
Porque no se puede instruir a los carabineros para que le disparen por la espalda a un hombre que va corriendo, como hacen en Estados Unidos a cada rato. Porque en Chile nadie puede aplicar la pena de muerte –que en nuestro país no existe- a un supuesto delincuente, sin juicio, sin defensa, sin condena ni nada de nada. Pues lo primero que se les debe enseñar a los carabineros, y a todos los miembro de las fuerzas armadas, es que los derechos humanos son sagrados y están por encima de todo.
¿Entonces, dónde queda la defensa propia? me podrán preguntar ustedes. Es que no cualquier cosa es defensa propia. ¿Cuándo le dispararon a varios jóvenes durante el estallido social de 2019, era en defensa propia? ¿Cuándo dejaron ciega a Fabiola Campillai, era en defensa propia? ¿Cuándo arrojaron a Anthony al Mapocho, desde 7 metros de altura, era en defensa propia? Hay que revisar todo esto y no andar diciendo ni proponiendo tonterías.
El Presidente dice que va a “acompañar personalmente” a Carabineros en los operativos. ¿El Presidente se va a vestir de robocop, va a llevar casco, va a portar armas? ¿Les va a gritar a las tropas ¡Fuego! cuando llegue el momento? Y va a llevar con él al General Director de Carabineros, a la Ministra de Interior, a la de Salud y a la Vocera ?
Pues pocas veces o nunca se ha dicho en Chile una estupidez semejante.
Desde luego, se afirma que en Chile las Fuerzas Armadas y Carabineros siempre se han mandado solas. Es que ahora no solamente se van a mandar solas, sino que van a hacer una ley que les permita dispararle a cualquier persona, y quedar impunes.
Pero lo que hay que entender es que la inseguridad tiene muchas facetas, muchas causas. ¿Hay gente malvada que le gusta robar, matar y no sabe hacer otra cosa? Quizás, pero no es la explicación más generalizada ni la más inteligente.
Hay sicólogos, médicos, educadores, en fin, especialistas de todo tipo que saben que la delincuencia tiene otras causas, por ejemplo la pobreza, el abandono, el desamparo y la ignorancia en que se encuentra gran parte de la juventud.
Y no es sólo la pobreza, es la desigualdad. Porque la desigualdad es peor, es más irritante que la pobreza. Pues si tus hijos están desnutridos, no puedes llevarlos a un buen médico, están pasando hambre, y en cambio tu vecino tiene de todo, absolutamente de todo, como sea que lo haya obtenido. ¿No te darían ganas de robarle? Pues a mí sí, aunque no sabría cómo hacerlo.
Entonces amigos, vamos a tratar de pensar con la cabeza y no de otra manera. Y tanto criticar los indultos del presidente Boric y ahora les quieren dar un indulto anticipado a lo pacos, perdón a los carabineros. Es decir, licencia para matar. No, porque vamos a ser iguales que los yanquis, que si ven a un hombre corriendo porque está haciendo ejercicio, le disparan y no les pasa nada.
¡Cuidado, que el que corre podría ser tu hijo!
En la Cámara y en el Instituto Nacional de Derechos Humanos hubo voces razonables, pero no sirvió de nada. Ya aprobaron en la Cámara de Diputados la ley Nain-Retamal. Hasta el Frente Amplio estuvo dividido. Y en el Senado posiblemente van a aprobar esa Ley represiva.
Vienen días negros para Chile, es otra vez la dictadura en todo su esplendor. O bien Gabriel González Videla en toda su cobarde ridiculez.
Por mi parte prefiero que venga un ladrón y me robe el poco dinero que tengo en el cajón y los cubiertos que imitan plata pero que son de un metal vulgar, a que venga un paco y me deje ciega cuando estoy tranquilamente parada, esperando un autobús. ¿Y ustedes?