El Gobierno Territorial Mayangna Sauni Bas denunció el asesinato de cinco nativos mayagnas por un grupo de 70 invasores de tierras o colonos que ingresaron a sus comunidades el pasado fin de semana.
El saldo de la agresión fue cinco personas asesinadas, tres heridos y 16 viviendas quemadas totalmente en la comunidad de Wilu. También dos heridos en la comunidad de Sabatikang y más de 70 familias afectadas y evacuadas en la comunidad Musawas.
Los comuneros asesinados fueron identificados como Jesmín Jacobo Lázaro, Lenin Vílchez Patrón Flores, Alberto Castillo Palacios, Jorge Enor Palacios Samuel y Morgan Díaz Palacios.
Los hechos ocurrieron el 6 y el 11 de marzo en la comunidad de Wilú, dentro del territorio Mayangna Sauni As, en el corazón de Bosawas, una de las reservas de biósferas de Nicaragua.
Así lo detalló Amaru Ruiz, defensor ambiental y de los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes de su país.
«Los colonos ingresaron con armas de alto calibre como escopetas y fusiles de asalto AK-47 con las que abrieron fuego contra los comunitarios», de acuerdo con la denuncia de los indígenas.
Los «colonos» también incendiaron las 16 casas que habían en la comunidad, a excepción de la escuela, la iglesia y el salón comunal, aseguraron.
Cabe detallar que Amaru Ruiz es uno de los líderes a los cuales el régimen autoritario de Ortega y Murillo despojó ilegalmente de su nacionalidad.
Pedido de ayuda humanitaria
El Gobierno Territorial Autónomo Mayangna Sauni solicitó ayuda humanitaria para las comunidades Wilu y Sabakitang, agredidas el 6 y 11 de marzo.
Piden donación de alimentos, ropa, medicamentos, utensilios y todo lo que sea útil para las familias dannificadas.
Nuevo episodio genocida
Según el informe Nicaragua: una revolución fallida del Oakland Institute, cuarenta miembros de la comunidad indígena fueron asesinados entre 2015 y 2020.
Además, muchos fueron heridos, otros secuestrados y golpeados, y miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares. Varios líderes de las organizaciones indígenas también han sido asesinados.
Un hecho similar al actual ocurrió al anochecer de 29 de enero de 2002, cuando la pacífica aldea mayangna de Alal, fue atacada por decenas de hombres fuertemente armados.
Seis comuneros murieron a causa de los disparos, muchos más fueron heridos y varios hogares fueron quemados, indica un informe de Debates Indígenas publicado recientemente.
Entonces, la mayoría de los 800 habitantes huyó a la selva, mientras los invasores robaban el ganado. Este episodio a gran escala es solo uno más de una serie de ataques armados contra los pueblos indígenas de Nicaragua: los grupos Miskito y Mayangna.
El trasfondo del problema
Los pueblos y comunidades agredidos habitaron por cientos de años las vastas selvas de la costa este de Nicaragual, que mira hacia el Atlántico y el Caribe.
“En el pasado, estas eran regiones remotas, aparentemente sin valor comercial para el mundo exterior y habitadas por pueblos indígenas que vivían de manera simple y en armonía con la naturaleza”.
“Sin embargo, en la actualidad, el área se ha vuelto cada vez más atractiva para personas externas al territorio que buscan tierras de una selva valiosa en oro y otros minerales” indica el reportaje escrito por Miguel Gonzalez y Pierre Frühling, en Debates Indígenas.