Tras haber sido testigo de los devastadores efectos de las pruebas nucleares estadounidenses en su país, Tony de Brum, ministro de Asuntos Exteriores de las Islas Marshall, dio el paso sin precedentes de presentar demandas contra los nueve Estados poseedores de armas nucleares ante la Corte Internacional de Justicia en 2014, con el objetivo de que rindieran cuentas por su incumplimiento de las disposiciones del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y del derecho internacional consuetudinario.
Tony de Brum nació un 26 de Febrero de 1945 y creció en una época en la que los Estados Unidos de América realizaron 67 pruebas de armas atómicas y termonucleares en las Islas Marshall. A los nueve años presenció el «disparo Bravo» en el atolón de Bikini, la mayor prueba nuclear estadounidense de la historia, que produjo una explosión 1.000 veces más potente que la bomba de Hiroshima.
Tras graduarse en la universidad en 1968, de Brum se convirtió en el principal negociador de las Islas Marshall con Estados Unidos, ocupando el cargo de Vicepresidente de la Comisión del Estatuto de las Islas Marshall. En este puesto, dirigió la redacción de la constitución de las Islas Marshall y abogó anualmente ante el Consejo de Seguridad de la ONU para que se concediera a las Islas Marshall la plena independencia. Los persistentes esfuerzos de De Brum se vieron recompensados cuando Estados Unidos y las Islas Marshall firmaron el Pacto de Libre Asociación en 1986.
Convencido de que ninguna nación debería sufrir los efectos devastadores de las armas nucleares como las Islas Marshall, desde su puesto de ministro de Asuntos Exteriores, presentó en abril de 2014 demandas históricas ante la Corte Internacional de Justicia contra los nueve Estados poseedores de armas nucleares – China, Corea del Norte, Estados Unidos, Francia, India, Israel, Pakistán, Reino Unido y Rusia – por no haber negociado de buena fe hacia el desarme nuclear mundial, como exigen el TNP y el derecho internacional consuetudinario.
Hasta la fecha, India, Pakistán y el Reino Unido han aceptado la competencia del tribunal para conocer de este asunto, y los procedimientos judiciales están en curso y se espera que duren dos o tres años. En estos casos, conocidos popularmente como las «demandas Nuclear Zero», las Islas Marshall no piden una indemnización por daños pasados. En su lugar, lo que solicitan es que el Tribunal declare que los Estados nucleares han incumplido sus obligaciones en materia de desarme nuclear y les ordene que, en el plazo de un año a partir de la sentencia, tomen todas las medidas necesarias para cumplir dichas obligaciones, incluida la continuación de las negociaciones encaminadas a celebrar una convención sobre desarme nuclear bajo un estricto y eficaz control internacional.
De Brum (1945-2017) dedicó su vida a la búsqueda de la independencia, la seguridad y la sostenibilidad de las Islas Marshall. Luchó por promover la visión de mundo libre de armas nucleares.
También fue un líder en materia de acción climática, consciente de los graves peligros que el cambio climático plantea a las naciones insulares. Como artífice de la Declaración de Majuro para el Liderazgo Climático de 2013, de Brum contribuyó decisivamente a lograr el compromiso de los Estados insulares del Pacífico de adoptar medidas concretas para combatir el cambio climático. Posteriormente, también desempeñó un papel clave en la adopción del Acuerdo de París.
Estas acciones, inspiradas en la coherencia personal, le valieron además el reconocimiento internacional, siendo galardonado con el Premio al Líder Distinguido de la Paz 2012 de la Nuclear Age Peace Foundation, y reconocido con el «Premio Futuro Libre de Armas Nucleares » en octubre de 2015. En el mismo año, recibió el Premio Right Livelihood.
Apenas un mes y medio después de ser aprobado el Tratado de Prohibición de Armas Nucleares en Naciones Unidas, Tony partió hacia otros mundos, con su labor cumplida. Nos queda su ejemplo y terminar la tarea, que es el sueño de la mayoría: vivir en un mundo libre de armas nucleares.
Con información de la organización Right Livelihood Award