Port Vila, capital de Vanuatu, es sede esta semana del 2° Diálogo Ministerial del Pacífico sobre Vías para una Transición Global Justa para Abandonar los Combustibles Fósiles.
Del cónclave, organizado por los gobiernos de Vanuatu y Tuvalu, participan delegaciones de Fiji, Niue, las islas Salomón, las islas Marshall, Tonga y representantes de organizaciones regionales como el Foro de las Islas del Pacífico y la Comunidad del Pacífico.
El encuentro se realiza en un lugar que ha sido recientemente devastado por dos ciclones consecutivos de categoría 4 y no fue suspendido para justamente mostrar la relevancia que tiene para las poblaciones isleñas el abordaje inmediato, justo e integral de las consecuencias del cambio climático a consecuencia de las emisiones de gases producidos por la utilización de combustible fósil.
“Las pruebas científicas demuestran que las emisiones comprometidas de las infraestructuras energéticas de combustibles fósiles existentes ponen en peligro el objetivo de 1,5 °C, y casi la mitad de los centros de producción de combustibles fósiles existentes deben cerrarse antes si se quiere limitar el calentamiento global a 1,5 °C.”, señala un comunicado de la Red de Acción Climática de las Islas del Pacífico (PICAN, por su sigla en inglés).
“Esto significa que no hay margen para ninguna nueva expansión de la producción de carbón, petróleo y gas. Hasta la fecha, los actuales marcos internacionales sobre cambio climático no han limitado la extracción de combustibles fósiles a un ritmo coherente con el objetivo de temperatura global, y un futuro habitable pende de un hilo.”, continúa el texto.
La disyuntiva que enfrentan los habitantes de esta región es cómo hacer una transición justa hacia energías renovables, teniendo en cuenta que su cuota de responsabilidad sobre el fenómeno es inversamente proporcional al sufrimiento que les ocasiona.
Como lo señala Joseph Sikulu, Director General de 350.org para el Pacífico: “En el centro de una transición justa está que nadie se quede atrás, especialmente los que menos han contribuido a la crisis climática. Eso significa garantizar que nuestras comunidades tengan acceso a energías alternativas en caso de catástrofe climática y que los gobiernos del Pacífico dispongan de los recursos necesarios para aplicar planes de transición a escala nacional. Una transición sin esto no es justa ni equitativa, y hacer la transición energética sin dar espacio para que el Pacífico lidere y prospere sería sustituir un sistema malo por otro. El abandono mundial de los combustibles fósiles no debe reproducir la extracción, la exclusión y la desigualdad de la industria de los combustibles fósiles».
El diálogo ministerial concluirá el próximo 17 y se espera que la Declaración final incluya iniciativas y propuestas clave vinculadas a una transición justa, como el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, el fortalecimiento de la Alianza Más Allá del Petróleo y el Gas y la Iniciativa sobre el Clima del Tribunal Internacional de Justicia.
El sentir común de la población es que ojalá las conclusiones sirvan de base a acciones concertadas y contundentes, más allá de las palabras y los documentos.