En la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, la proporción de mujeres graduadas de carreras CTIM no supera el 40%, subraya el organismo de las Naciones Unidas con motivo del Día Internacional de la Mujer.
Un llamado a garantizar la conectividad efectiva de las mujeres, a aumentar su participación en las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (CTIM) y a erradicar la ciberviolencia por razones de género hizo hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, cuyo tema de este año es “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género”.
En América Latina y el Caribe, el aprovechamiento de los beneficios de internet es desigual: se estima que 244 millones de sus habitantes no acceden a estos servicios. Las diferencias en la conectividad entre zonas urbanas y rurales resultan especialmente alarmantes: mientras que el 68% de los hogares urbanos de la región estaban conectados a internet en 2018, solo un 23% de los hogares de zonas rurales tenían acceso.
Las mujeres experimentan condiciones más precarias cuando acceden a internet, plantea el documento La igualdad de género y la autonomía de las mujeres y las niñas en la era digital: aportes de la educación y la transformación digital en América Latina y el Caribe, elaborado por la CEPAL, la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Se estima que 4 de cada 10 mujeres en la región no están conectadas y/o no pueden costear una conectividad efectiva, entendida como acceso a Internet, disponibilidad de dispositivos y habilidades básicas para su utilización.
“El costo del servicio de banda ancha móvil y fija para la población del primer quintil de ingresos en la región llega en promedio al 14% y el 12% de su ingreso, respectivamente, lo cual explica que un alto porcentaje de esa población de bajos ingresos no tenga acceso a internet. Dado que en la región las mujeres están sobrerrepresentadas en los hogares de menores ingresos, de allí resulta que existan más mujeres en hogares no conectados”, indica el documento conjunto.
“Desde la CEPAL reconocemos el talento, la fuerza y la creatividad de las mujeres y las niñas de la región. Sin embargo, constatamos la persistencia estructural de la desigualdad de género. Los datos son elocuentes y nos llaman a la acción”, señala el Secretario Ejecutivo del organismo regional de las Naciones Unidas, José Manuel Salazar-Xirinachs, en un mensaje en video a propósito del Día Internacional de la Mujer 2023.
“Este 8 de marzo hacemos un doble llamado. Llamamos, por una parte, a reducir la brecha digital de género y garantizar la plena participación de las mujeres en el desarrollo y conocimiento tecnológico y, por otra, a transitar hacia la sociedad del cuidado, un estilo de desarrollo que ponga la igualdad y la sostenibilidad de la vida en el centro y que no deje a ninguna persona atrás”, enfatizó el máximo representante de la CEPAL.
Las mujeres en la región han logrado importantes avances en materia educativa, llegando incluso a superar en 6,1 puntos porcentuales a los hombres en la tasa de conclusión de la educación secundaria alta. Sin embargo, estos logros esconden patrones desiguales de género por disciplinas, reitera la CEPAL, los que se profundizan a medida que se avanza en la escolaridad básica y se agudizan en la educación superior.
En la mayoría de los países de la región, la proporción de mujeres graduadas de carreras CTIM no supera el 40%. Los campos más críticos son ingeniería, industria y construcción (con 30,8% de participación de mujeres en la matrícula de educación superior en 2019) y tecnologías de la información y las comunicaciones, TIC, con 18% de participación de mujeres en la matrícula de educación superior en 2019.
Las mayores credenciales educativas de las mujeres tampoco se traducen en mejores empleos y salarios una vez que ingresan al mercado laboral. Solo 1 de cada 2 mujeres participa en el mercado laboral y las mujeres dedican al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado casi el triple del tiempo que los hombres (19,6% de su tiempo versus 7,3%).
Las mujeres que permanecen en carreras CTIM también se ven relegadas en la producción científica y en la academia: en promedio, menos del 30% de las patentes incluyen al menos una mujer en el equipo inventor en la región y la participación de mujeres en publicaciones de ciencias físicas y químicas es del 38%, porcentaje que baja a un 30% en el caso de las ingenierías.
Por otra parte, la CEPAL alerta que las mujeres y niñas viven distintas formas de violencia a través de medios digitales. Esta violencia se considera de género pues es generalmente sexista y sexualizada. Se expresa a través de amenazas, discursos discriminatorios, acoso sexual, invasión de la intimidad, divulgación no consensuada de imágenes, entre otros ciberdelitos.
La ciberviolencia por razones de género, dice la Comisión, se exacerba en particular con defensoras de los derechos humanos, mujeres políticas, comunicadoras y periodistas, y líderes en el espacio público.
La CEPAL insta a los países de la región a cumplir los acuerdos adoptados recientemente tendientes a cerrar la brecha digital de género y garantizar la plena participación de las mujeres y las niñas en toda su diversidad en el desarrollo y conocimiento tecnológico. Estos están incluidos en el Compromiso de Buenos Aires y en la Agenda Digital para América Latina y el Caribe eLAC2024 (ambos aprobados en noviembre de 2022) y en la Declaración de las ministras y altas autoridades de los mecanismos nacionales para el adelanto de las mujeres de América Latina y el Caribe, suscrita en febrero de este año.
La CEPAL propone avanzar en distintas áreas prioritarias de manera sinérgica. Por ejemplo, pide incorporar la perspectiva de género en los procesos y políticas de transformación de la matriz productiva y la transformación digital de los sectores más dinámicos de las economías; impulsar la corresponsabilidad de género y social en materia de cuidados; y promover sistemas integrales de cuidados, apoyados en la digitalización, para liberar tiempo a las mujeres y las niñas de modo que puedan capacitarse y acceder en igualdad de condiciones a la educación y las tecnologías digitales.
También es necesario fomentar procesos de transformación digital incluyente (como la iniciativa Canasta Básica Digital) para asegurar la conectividad efectiva en los hogares de la región; promover la educación básica y técnico-profesional (ETP) para aumentar la participación de mujeres y niñas en ámbitos CTIM y eliminar estereotipos de género en el sector educativo; asegurar la plena participación de las mujeres en los procesos de creación de tecnologías digitales y de innovación; generar espacios seguros y libres de violencia digital; y fortalecer la gobernanza y las alianzas multisectoriales para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.