La Sala Avellaneda del Teatro Nacional acoge hoy el cierre de la temporada de presentaciones del Ballet Nacional de Cuba, marcada por el talento de los bailarines y las piezas de reconocidos coreógrafos internacionales.
La serie de funciones iniciadas el pasado 17 de marzo constituyeron una oportunidad para apreciar un programa de tres estrenos, firmados por la coreógrafa española Susana Pous, el canadiense Eric Gauthier y el brasileño Ricardo Amarante.
Según informó la institución dirigida por la primera bailarina Viengsay Valdés, la pieza de Pous fusiona la música de M Alfonso y diseños de Guido Galli, para dar vida a la pieza titulada Otra bella cubana, que se distingue por el punto de vista femenino y los elementos autobiográficos.
Por su parte, el proyecto de Gauthier titulado Ballet 101, tiene como banda sonora la obra de Jens-Peter Abele y a partir «de las cinco posiciones básicas, extiende las posibilidades expresivas del bailarín con referencias a ballets del repertorio y alude a formas características empleadas por famosos artistas».
La agenda incluye también la pieza A fuego lento de Amarante, la cual «expone cómo crecen los primeros sentimientos de amor y deseo en una persona, como un fuego que quema desde dentro».
Además, el talento del creador es apreciado en la reposición de la obra Love, Fear, Loss (Amor, Temor, Pérdida), que evoca la trayectoria de una de las cantantes francesas más célebres del siglo XX, Édith Piaf.
La compañía Patrimonio Cultural de la nación caribeña repuso, además, la obra Concerto DSCH, de Ratmansky, con música de Dmitri Shostakovich, que fue presentada en Cuba, por primera vez, en 2019 junto al elenco del Ballet Nacional de Cuba.
La pieza de Ratmansky «es un ballet abstracto, que demanda mucho esfuerzo físico, optimista y que tiene de base una de las composiciones más bellas del siglo XX», detalló el creador durante su presencia en la isla, cuatro años atrás.