Por Noam Chomsky y Vijay Prashad
Cuba, un país de once millones de habitantes, ha estado sometida – durante más de seis décadas – a un embargo ilegal por parte del Gobierno de los Estados Unidos.
A pesar de este embargo, el pueblo cubano ha sido capaz de superar las indignidades del hambre, la mala salud y el analfabetismo, las tres plagas sociales que siguen afectando a gran parte del mundo.
Gracias a sus innovaciones en la prestación de servicios médicos, por ejemplo, Cuba ha podido enviar a sus trabajadores de la salud a otros países, incluso durante la pandemia, para prestar una ayuda vital. Cuba exporta trabajadores de la salud, no terrorismo.
En los últimos días de la administración Trump, el Gobierno estadounidense volvió a incluir a Cuba en su lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Esto fue un acto de venganza. Trump dijo que era porque Cuba acogió a grupos guerrilleros de Colombia, que en realidad era parte del rol de Cuba como anfitrión de las conversaciones de paz.
Cuba desempeñó un papel clave para lograr la paz en Colombia, un país asolado por una terrible guerra civil que, desde 1948, se ha cobrado la vida de cientos de miles de personas. Durante dos años, la administración Biden ha mantenido la política vengativa de Trump, que castiga a Cuba no por terrorismo sino por promover la paz.
Biden puede, de un plumazo, eliminar a Cuba de esta lista. Es tan sencillo como eso. Cuando era candidato a la presidencia, dijo que revertiría las sanciones más duras de Trump.
Pero no lo ha hecho. Es el momento.
Noam Chomsky es lingüista, filósofo y activista político. Es un reconocido profesor de Lingüística en la Universidad de Arizona.
Vijay Prashad es un historiador, editor y periodista indio. Es escritor y corresponsal jefe de Trotamundos. Es editor de LeftWord Books y director del Instituto Tricontinental de investigación social. Es investigador no residente en el Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China. Ha escrito más de 20 libros.