POEMA

 

 

 

 

Allá en lontananza

se divisa un espejo

que refleja la esperanza

de alegrías no perdidas,

sinergias unidas

que tallan el camino

de la felicidad.

 

Es el canto del búho

en la noche cerrada

donde grandes luceros

alumbran  senderos

de dulces llamadas

y vagos recuerdos.

 

Sendas calzadas

en la lejanía

que te llevan a la luz

en la noche fría,

de capa y viento,

de aguas serenas

de tu juventud.

 

Es el canto de la ilusión,

de miradas con ojos grandes,

la eterna ebullición

de un destino

sin dolor.

 

Esperanza y ovación

hacia otro mundo

que palpite con ideas

sin intoxicación.

 

Esperanza abrumadora

que se oculta tras el velo

de la sinceridad,

que grita y llama

en la mágica foto

de la realidad.

 

A ti confío mi vida,

mi huella profunda

de mi caminar,

el bastón que alumbra

cada paso,

cada señal,

objetivos cumplidos

en mi soñar.

 

Este canto ha de ser

señal de identidad,

flujo y sed,

fuerza sin ceguedad

con palabras abiertas

sin impunidad,

buscando siempre

con tenacidad

la rica esencia

de la amistad.