Integrantes de diversas organizaciones sociales y políticas realizaron un plantón frente al consulado peruano de la ciudad de Córdoba en repudio al derrocamiento y prisión del legítimo presidente Pedro Castillo.
Los manifestantes expresaron su repudio a la violación de derechos humanos del gobierno de facto instalado y exigieron la inmediata renuncia de Dina Boluarte, además de la realización de una Asamblea Constituyente, que permita modificar en profundidad la estructura neoliberal a la que Perú está sometido con la Constitución fujimorista de 1993.
Entre las demandas, se expuso el reclamo de justicia por los 27 asesinatos perpetrados a mano de los cuerpos armados del Estado en el trascurso de las extendidas protestas del pueblo contra el golpe parlamentario-judicial.
También se exigió la inmediata liberación del profesor Pedro Castillo y el irrestricto respeto de sus derechos humanos.
El plantón tuvo lugar en consonancia con la reanudación de las protestas en Perú, con el Paro decretado por organizaciones sociales e indígenas en la macrozona Sur y en Cajamarca, donde el movimiento rondero anunció su disposición a acatar la medida.
Los organizadores señalaron que esta acción constituye el inicio de una serie de actividades que se desarrollarán hasta recuperar la vigencia plena de la democracia y los derechos humanos en el Perú.
En diálogo con Pressenza, Álvaro Torero, militante de Nuevo Perú, resumió el significado de la acción.