Desde la Red Humanista de Noticias de Salud REHUNO Salud ponemos en marcha un lugar de intercambio donde encontramos una nueva mirada sobre la vida cotidiana basada en una psicología experiencial y existencial (la Psicología del Nuevo Humanismo), y que da unas propuestas concretas de trabajo personal para llegar a un sentido pleno de nuestra existencia y a una vida libre de sufrimientos innecesarios. No es, por tanto, una psicología terapéutica ni que trate sobre ninguna patología, sino que va dirigida a cualquier persona que quiera comprenderse a sí misma y tener herramientas, si así lo desea, para iniciar un cambio positivo en su vida. El bienestar psicológico es sin duda una de las bases de la salud integral, por ello es un aspecto al que hay que atender.

Te invitamos a poner en práctica estas propuestas y también a que te comuniques con nosotros y nos cuentes tu experiencia. ¡Escríbenos!

Por Jordi Jiménez

En el artículo anterior hablamos del pedido en el que recuperamos los registros positivos acumulados con los agradecimientos. Sin embargo puede surgir una pregunta: ¿a quién pedimos?

Al igual que ocurre con el pedido, el ser humano cuenta con un mecanismo muy interesante que llamamos el Guía Interno. Si queremos dar una definición se podría decir que el Guía es una imagen o una sensación (obviamente interna) de alguien o algo que posee los mejores atributos y que puede darnos la respuesta que pidamos o necesitemos. Esa imagen ha de tener como mínimo estas tres cualidades para que pueda ser una imagen guía: fuerza, sabiduría y bondad. Si falta alguno de estos atributos, nuestra relación con esa imagen no será constructiva.

Todos nosotros, incluso cuando éramos niños, hemos «hablado» en silencio con alguien imaginario a quien hemos pedido ayuda o consejo en momentos de dificultad. También las personas de más edad y en todo tipo de culturas realizan sus oraciones (sus pedidos) conectando con sus imágenes guía o simplemente, en momentos de soledad o duda, establecemos una especie de conversación con alguna persona querida a la que preguntamos o pedimos sin importar si esa persona está viva o no. En ocasiones, también pensamos qué hubiera hecho otra persona en nuestro lugar. A veces, tendemos a seguir lo que consideramos buenos ejemplos e imitamos actitudes y comportamientos de otros que para nosotros son modélicos. En todos los casos podemos observar que aunque cada cual tenga una imagen distinta del guía interno (según su cultura y creencias) el mecanismo es el mismo para todos.

En los dos primeros artículos de esta serie hablamos de las imágenes mentales y de sus características. Si los habéis leído ya sabéis que una imagen mental puede ser visual o de otro tipo y que, además, puede tener brillo, claridad y carga emocional entre otras cualidades. Con el tema del Guía Interno estamos utilizando las imágenes mentales para un tipo de meditación que ya es un tanto avanzada. Se trata de una meditación dinámica en forma de relato que tiene dos fases: en la primera hay que «configurar» la imagen del Guía Interno con sus mejores atributos y cualidades; en la segunda fase pedimos o preguntamos a ese Guía aquello que necesitemos, ya sea orientación en la vida, inspiración, protección, etc.

Existe una experiencia guiada escrita y en audio pensada específicamente para configurar el Guía Interno. En esta configuración podemos dejar que surja una imagen libremente asociada a las que son para mí las mejores cualidades que pueda tener un verdadero Guía, o bien podemos tratar de imaginarnos a alguien existente o que existió y colocar en esa imagen de recuerdo las mejores cualidades de un Guía. 

Imagen Sansit (Pixabay)

Esta experiencia guiada se puede encontrar en la siguiente dirección: https://meditabarcelona.org/experiencias-guiadas/ 

Una vez que el Guía se va configurando (no es algo que se logre el primer día, lleva tiempo) se puede utilizar como imagen que nos acompañe en el día a día, no solo en los momentos de dudas o necesidades, sino también en los momentos de alegría. Es como utilizar el agradecimiento y el pedido, pero ahora asociados a la imagen del Guía, es decir, agradezco a mi Guía todo lo bueno que me pasó y hago un pedido al Guía en los momentos de necesidad.

Si voy grabando esa imagen guía con los registros de agradecimiento y pedido se convertirá en una herramienta excepcional y de gran utilidad para nuestra vida diaria. Con el tiempo el Guía Interno puede llegar a independizarse de la mecanicidad diaria, como si cobrara vida propia, y puede darnos orientación y respuestas en algunos momentos inesperados, incluso sin «llamarlo». Por ejemplo, en una situación conflictiva que surja un día cualquiera en nuestro entorno, podremos dar una respuesta positiva y constructiva para nosotros y para los demás casi de manera automática. Al ir grabando en memoria y por repetición este tipo de imagen guía, sabia, fuerte y bondadosa, estaremos cultivado una nueva actitud frente al mundo y a las situaciones, y nuestras respuestas y nuestra dirección en la vida estarán orientadas por esas cualidades fortalecidas internamente.

Por eso es muy importante que configuremos al Guía con los mejores atributos de fuerza, sabiduría y bondad ya que serán esos intangibles los que nos darán dirección en la vida diaria. A medida que se va consolidando nuestra relación con esa imagen se van profundizando las preguntas y las respuestas que conectarán con espacios inexplorados de la conciencia y nos darán una orientación y una referencia positiva en nuestra vida cotidiana.

Esperamos que estas prácticas os resulten útiles y ya sabéis que podéis comentarnos vuestras experiencias en el correo: rehunosalud@gmail.com

REHUNO Salud