Antes de finalizar el año 2022, el presidente Gustavo Petro designó siete Voceros de la Paz. La noticia reviste especial importancia dado que se trata de personas jóvenes que hacen parte de organizaciones sociales y humanitarias, cinco de las cuales están recluidas en cárceles y dos con detención domiciliaria, por su participación en las movilizaciones del 2021.

Los Voceros de Paz tendrán como misión aportar al desescalamiento de la conflictividad social, especialmente en sus comunidades y barrios. En la rueda de prensa ofrecida por los miembros de la Comisión Intersectorial para la Promoción de la Paz, la Reconciliación y la Participación Ciudadana, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, explicó que habían revisado más de 200 perfiles y que las cinco personas que están privadas de la libertad por hechos vinculados a la protesta social no han sido aún condenadas y que “tendrán que atender todas las diligencias judiciales a las que sean citados en el marco de sus procesos penales. Por todo lo anterior, en caso de cometer cualquier actividad delictiva, incumplir con su proceso judicial o sus obligaciones como Voceros de Paz, la Comisión Intersectorial recomendará al Presidente revocar sus designaciones”.

Las personas designadas representan diversas causas colectivas y son Arles Andrés Bolaños Zemanate, Adriana Esperanza Bermeo Súa, Santiago Márquez Charris, Laura Camila Ramírez Enciso, Juan Sebastián Galeano Correa, Álvaro Andrés Duque Ruiz y Bremmen Hinestroza y están localizados en Bogotá, Medellín, Popayán y Cali.

Los siete Voceros de Paz no recibirán pagos por parte del gobierno, tendrán responsabilidades de acompañamiento y apoyo a los programas relacionados con la construcción de la Paz Total y, con ese fin, participarán en proyectos de diversas entidades nacionales. Tendrán la responsabilidad de rendir informes mensuales de sus actividades.