Con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos y de la Tierra, más de cuarenta colectivos -a los que se ha sumado Pressenza- han hecho público un comunicado que reproducimos y convocan a una manifestación que tendrá lugar en Madrid, este sábado 10 de diciembre a las 12 de la mañana.

 

Hace muchos, muchos años «Apenas nos pusimos en dos pies comenzamos a migrar… somos una especie en viaje, vamos con el polen en el viento…”

Con estos versos abrimos nuestra voz para que en este día Internacional de los “Derechos Humanos y de la Tierra» se nos escuche.

Sabemos a quién NO le interesa que se cumplan los DDHH y de la Tierra y somos colectivos y comunidades organizadas las que estamos defendiendo el derecho a ejercerlos. No vamos a caer en la trampa de creer que las soluciones y los derechos son solo individuales, ni que están separados de la Tierra que pisamos, donde nos sabemos interconectadas e interdependientes.

Día a día personas defensoras del agua y de la tierra en todo el planeta nos sirven de referencia, como lo hace día a día la lucha social contra las guerras y la pobreza.

Día a día la lucha contra los desahucios y el derecho a la vivienda nos enseña, y día a día cada firma recogida para proteger la sanidad o conseguir la regularización para las personas migrantes y refugiadas nos contagia dignidad.

Día a día la exigencia por una Renta Básica Incondicional, o la protección de un espacio único como el Mar Menor nos alienta.

Día a día los colectivos nos avivan y despiertan defendiendo los derechos de las/los menores y las/los mayores, denunciando las tutelas injustificadas y exigiendo los derechos de las personas discapacitadas.

Día a día la gestión colectiva del sufrimiento nos plantea nuevas respuestas a los cuidados, como día a día los feminismos nos recuerdan la necesidad de poner la vida y los cuidados en el centro.

Día a día los colectivos que luchamos por un mundo mejor nos conocemos, intercambiamos experiencias y nos damos cuenta de que necesitamos tejer redes y aprender unas de otras.

¿Por qué los Derechos Humanos se nos quedan pequeños?

Cada vez son más las voces que reclaman una visión holística de los derechos y consideran necesario vincular los Derechos Humanos a los Derechos de la Tierra pues ningún derecho humano puede existir sin una Tierra sana en la que vivir, y que hoy está tan amenazada. Somos parte de la vida en la Tierra. Por eso nosotras en este día 10 de diciembre queremos reivindicar los Derechos Humanos y de la Tierra. En esta línea van las propuestas de algunos colectivos de añadir el Derecho a un Medio Ambiente Limpio, Sano y Sostenible como nuevo artículo de la Declaración Universal de los DDHH; o el reconocimiento de la Personalidad Jurídica a algunos espacios naturales (como el Mar Menor, recientemente conseguida gracias a una ILP que recogió 640.000 firmas) y la tipificación del Delito de Ecocidio como herramienta legal para ayudar a preservar los ecosistemas.

¿Hay derechos sin antimilitarismo?

Existen actualmente 60 conflictos armados que causan muerte, violación de derechos y daños al medio ambiente. La guerra es el escenario perfecto para las redes de tráfico de personas, sobre todo de mujeres y menores. La guerra en Ucrania ya ha ocasionado 100.000 víctimas mortales y las consecuencias a nivel internacional son abrumadoras: hambrunas, crisis económicas, enfrentamiento Rusia-OTAN con el peligro del uso de armas nucleares.
La mejor manera de evitar las guerras es que no se fabriquen ni se empuñen las armas, por esta razón exigimos la reducción de los presupuestos militares hasta su extinción y apoyamos el derecho de deserción y objeción de conciencia al servicio militar como hace la campaña #ObjectWarCampaign con los desertoras/es y objetoras/es de Rusia, Bielorrusia y Ucrania.

¿Hay derechos en un sistema competitivo, de personas ganadoras y perdedoras?
La falta de acuerdos en la reciente COP-27 no pone freno a las grave crisis climática, energética y de materiales, haciendo oídos sordos a las evidencias de inviabilidad de un modelo económico capitalista competitivo, de personas ganadoras y perdedoras, que pretende ser de continuo crecimiento para unas pocas personas cargadas de
privilegios ganados a costa de otras. Se niegan a aceptar los límites del planeta y la distribución de la riqueza como forma de construir sociedades sostenibles y justas.

No estamos todas

No estamos todas, faltan las asesinadas, no estamos todas si no hay regularización administrativa para las personas migrantes y refugiadas, no estamos todas si no hay luz en la Cañada, no estamos todas sin acceso a derechos básicos.
Así queremos recordar hoy el tercer párrafo que aparece en el preámbulo de la Declaración de los DDHH:
«Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.»
Entendemos ese «supremo recurso» como el derecho de estar juntas para rebelarnos de forma noviolenta y firme, como muchas comunidades y colectivos que nos han precedido, para alcanzar los Derechos que nos están siendo arrebatados a toda la humanidad.

Y tú, ¿te haces cargo?