Del 22 al 25 de noviembre, del 2022, Guatemala será sede del II Encuentro de Abya Yala Soberana, bajo el título: “Pueblos y comunidades en movimiento, desafíos de la decolonialidad para el Buen Vivir”.
por Ollantay Itzamná
Al momento, confirmaron su participación delegaciones de organizaciones, pueblos originarios, movimientos sociopolíticos y comunidades en resistencia provenientes de 16 países del Continente de Abya Yala (América)
En el I Encuentro de Abya Yala Soberana, realizado en diciembre del 2021, en Guatemala, las y los participantes abordaron los impactos del sistema neoliberal en sus territorios, las luchas de resistencias creativas, avances de las luchas sociopolíticas en el Continente… y acordaron continuar con los esfuerzos de articulación de las luchas emancipatorias desde los territorios.
En este II Encuentro, además de revisar los avances de los consensos alcanzados anteriormente, abordarán el rol de los pueblos y movimientos en la nueva geopolítica, los desafíos de la decolonialidad en la cotidianidad de las luchas sociopolíticas de los pueblos para trascender los horizontes de la modernidad, la plurinacionalidad y el Buen Vivir como desafíos y oportunidades para pensar y construir comunitariamente una Abya Yala soberana y plurinacional sensible a los límites de nuestra Madre Tierra.
Encuentro internacional de comunicadores previo al II Encuentro de Abya Yala Soberana
El día 22 de noviembre, previo al II Encuentro de pueblos y comunidades en movimiento, se realizará un encuentro internacional de comunicadores/as de y desde los pueblos. En esta cita se abordará la urgente necesidad de una comunicación intercultural y decolonial para visibilizar y articular las luchas de los pueblos en y desde diferentes territorios de Abya Yala.
Origen de Abya Yala Soberana
Este espacio de articulación surgió por iniciativa espontánea de organizaciones, como CODECA, COINDI, FGER (Guatemala), MPL (Chile), UPREZ (México), CEPRA (Bolivia), ALER, CONAIE (Ecuador), OFRANEH (Honduras), FRENADEZO (Panamá), entre otros. También estuvieron representaciones de los pueblos originarios Mapuche, Quechua, Aymara, Kichwa, Maya, Guna, entre otros.
En un primer momento sus reuniones eran virtuales. Y en esta primera etapa lograron poner en común sus sentipensares desde sus luchas territoriales, y consensuaron una postura anti neoliberal. Ante el permanente colonialismo interno e injerencismo norteamericano se declararon anti imperialistas. La defensa de la dignidad y derechos de la Madre Tierra y de los pueblos, en especial en defensa de los derechos de los sectores más vulnerables como las mujeres, pueblos originarios, fue otro de los consensos.
La naturaleza del espacio es horizontal y asamblearia. Fue acuerdo del I Encuentro no establecer una estructura representativa jerárquica, pero sí se anotaron comisiones de trabajo voluntario.
Retos y desafíos de Abya Yala Soberana
Fortalecer el espacio con más presencia activa y visibilizar las luchas. En el marco de la nueva geopolítica emergente, el Continente necesita de movimientos de pueblos y sectores populares articulados capaces de hacer de Abya Yala un actor importante y propositivo en la era post pandemia. Esto implica, no sólo sumar más organizaciones al espacio de Abya Yala Soberana, sino sobre todo consolidar y actualizar su horizonte teórico, y metodologías de luchas simultáneas e innovadoras.
La articulación continental de los esfuerzos comunicacionales desde los territorios y comunidades en resistencia es otro de los desafíos esenciales. Los pueblos hablamos diferentes idiomas y lenguajes plurales, y nuestras verdades no necesariamente forman parte de la agenda informativa de los medios corporativos, ni tampoco necesariamente de los medios alternativos.
Consolidar movimientos sociopolíticos en el Continente. Nuestro Continente, muy a pesar de las bicentenarias repúblicas, con sus respectivos estados naciones, continúa siendo una Colonia. Los pueblos y sectores populares continuamos en situación de colonialismo interno y externo. En estas condiciones, fue, es y será insuficiente constituir movimientos sociales incapaces de disputar el poder político a las élites nacionales, regionales y mundiales. Necesitamos construir nuevas lógicas de poder (como servicio) para construir nuevos ordenamientos jurídicos e institucionales. Esto es: construir estados plurinacionales. Y esto sólo lo haremos si pasamos del movimientismo social hacia el ejercicio responsable de nuestra potencia política plurinacional. Necesitamos movimientos sociopolíticos plurinacionales con sus respectivos instrumentos políticos para disputar el poder.
Transitar de lo nacional a lo plurinacional. La narrativa de lo nacional (mexicano, boliviano, peruano, colombiano…) establecida desde los estados naciones fue un justificativo y un eufemismo para naturalizar el colonialismo interno sobre los pueblos y territorios ya por dos siglos.
La segunda emancipación o independencia de los pueblos del Continente necesariamente tiene que redimir, liberar, a los pueblos originarios del peso del colonialismo interno que infringen los bicentenarios estados y empresas transnacionales, y avanzar hacia la construcción de estados plurinacionales con autonomías y demás derechos para los pueblos. La disección cultural/territorial que actualmente sufren los pueblos milenarios divididos en jurisdicciones de diferentes países, y el maltrato a los pueblos como enemigos internos de las repúblicas criollas, debe terminar.
Superar la democracia liberal y avanzar hacia democracias plurales. La democracia liberal, centrada en la representación individual, lejos de democratizar/universalizar derechos, afianzó el individualismo consumista moderno. Y, el individualismo consumista aceleró los procesos de corrupción sistemáticos (en y desde la administración pública) en aras de acumular más riqueza en el menor tiempo posible, sembrando océanos de desigualdad y destrucción del sistema Tierra.
Es urgente transitar, desde los movimientos sociopolíticos articulados, hacia otras formas democráticas que aún subsisten en los territorios como son las democracias comunitarias, participativas, asamblearias, incluso las democracias cósmicas donde intervienen en la toma de decisiones sujetos como la Madre Tierra, las y los ancestros, etc.
Avanzar hacia los buenos vivires. Una de las constataciones que nos deja la crisis múltiple/simultánea que sufre el Planeta y la humanidad, en la actualidad, es que el horizonte civilizatorio propugnado por la modernidad tocó fondo. No se puede buscar el desarrollo incendiando/destruyendo a nuestra única Casa común.
En este contexto las propuestas de los buenos vivires presentes, muy a pesar de la modernidad/cristiandad, en los diferentes pueblos del mundo, se constituyen en otros horizontes de bienestar integral promisorio ya no únicamente para los humanos, sino para toda la comunidad cósmica.
La propuesta de los buenos vivires no aplica únicamente para las comunidades o pueblos rurales, sino también es un imperativo existencial para los pueblos y sectores urbanos. Implica reimaginar comunidades urbanas (superando el individualismo) y rurales. Implica consumir con responsabilidad ecosistémica e intergeneracional. Reconocer derechos y dignidad a los otros seres que hacen posible la Vida en el pluriverso. Implica renunciar al tener y apostar al ser y estar siendo en comunidad.
Ollantay Itzamná es Defensor de Derechos de la Madre Tierra y Derechos Humanos desde Abya Yala