POEMA
Ese descorazonado de mi hijo
Me decía una mujer
Que nunca me viene a ver
Y solo se aparece cuando necesita un qué.
Ese descorazonado
Leía a través de sus labios
Y en esa mirada que se perdía en el olvido
Junto con esas manos caídas que temblaban sin sentido.
Ese descorazonado
Me retumbaba en mis oídos
Me discrepaba las emociones
Me atrofiaba los músculos masticadores
Me hacía salir de este mundo.
Ese descorazonado
Que camina sin palpitaciones
Que no bombardea alegrías, sino llantos
Que se contrae en apatías
Que se convierte en objeto sin emociones
Ese descorazonado
Que aunque parece piedra
Que a pesar de abandonar la ancestra
Que aunque no muestra sentimientos recíprocos
¡Ese descorazonado es esclavo!
Y sobre todo
¡Ese descorazonado es el hijo!