La Marcha a Bruselas ha finalizado con un llamamiento para fortalecer una estrategia y cambiar la relación de poder que permita hacer otra política migratoria que parta del cumplimiento de los Derechos Humanos
Varios centenares de personas han participado en una acción de protesta frente al Parlamento Europeo para exigir el cumplimiento del derecho internacional de los derechos humanos en las fronteras y la regularización administrativa de las personas que viven y trabajan en Europa, al tiempo que han celebrado una Cumbre de los Pueblos sobre Migración
Los actos, convocados por 23 organizaciones de diferentes países europeos y apoyada por más de 150 organizaciones, dieron comienzo el jueves con una reunión entre una delegación de la Marcha a Bruselas y un grupo de europarlamentarias y europarlamentarios de la comisión de migración. Durante la misma, además de hacer llegar un documento de peticiones, Jalila Taamallah, madre tunecina de dos hijos fallecidos en su viaje a Europa, denunció un negocio en el que los países de origen cobran por las devoluciones de personas, mientras que las familias se ven obligadas a pagar la repatriación de sus familiares fallecidos en el tránsito. Por su parte, Hassane Boukar de Niger puso sobre la mesa el interrogante de si nos hemos preguntado cuál es el precio de poner obstáculos para conseguir que el tránsito de migrantes disminuya, y Leandro Navarro, de la No Name Kitchen, denunció un uso sistemático de violencia en las fronteras con una impunidad total, lo que constituye un peligro para las personas en tránsito y para el conjunto de la sociedad. Sophie Duval, de CCFD-Terre Solidaire concluyó afirmando que es tiempo de poner fin a la violencia financiada con pactos con la Unión Europea.
Mientras tuvo lugar el encuentro, un centenar de personas participantes en la Marcha a Bruselas se acercaron al Centro de Internamiento de Extranjeros de Vottem para realizar una concentración de protesta y apoyo a los internos y a los colectivos que llevan a cabo una lucha de casi 25 años para conseguir su cierre. Mil personas al año pasan por este CIE, de los que dos tercios son expulsadas. Hay seis centros similares en el territorio y el gobierno tiene previsto abrir otros tres. “Son el símbolo de la Europa fortaleza y demuestran que la ideología de extrema derecha se extiende hasta partidos que antes eran de centro”, apuntó una portavoz, a la vez que informaba que el 60% de las personas que demandan asilo reciben un rechazo, que todas las personas que se rebelan o que muestran desacuerdo son encerradas en celdas de aislamiento y que hay muchas personas al límite, hay muchos intentos de suicidio y suicidios. “Ahora hay un joven camerunés que lleva siete días en huelga de hambre”. El colectivo de resistencia a los centros de detención acude allí todos los sábados y llevan una escalera para intentar comunicarse con los internos, facilitándoles un contacto, recargas de móvil, etc.En el posterior encuentro con los colectivos de Lieja estos relataron la existencia de muchas luchas, con manifestaciones y ocupaciones de edificios, y la participación de las personas sin papeles en la vida social y asociativa de Lieja, a pesar de las dificultades para acceder a la tarjeta sanitaria, al alojamiento, al empleo o la formación. “Hemos tenido una regularización en el año 2000, en 2009 y desde entonces nada. Queremos una regularización permanente, no algo puntual”. Su estrategia es intentar agrupar al máximo de asociaciones como las sindicales y obtener el apoyo de los poderes públicos. “Así hemos logrado que Lieja se considere ayuntamiento de acogida y que incluso el ayuntamiento ponga edificios a disposición”.
Sandrine de La voz de sin papeles denunció la condena a trabajar informalmente lo que conlleva explotación y violencia. “Todo esto es como una cadena de esclavitud. Hay quien accede a tener relaciones para tener alojamiento. Por eso luchamos por nuestros derechos. Aquí no hay un criterio claro de regularización. Para pedir asilo hay unos criterios, pero para la regularización no sabes qué criterios hay. No podemos avanzar ni volver. Nuestras vidas están truncadas. Por esto militamos en esta lucha. Hay 150.000 personas sin papeles en Bélgica que pueden contribuir a la economía del país si hay regularización. Ahora solo se benefician los patrones y hay explotación, se trabaja 14 o 15 horas por 30 euros al día, sin saber si vas a cobrar”. Las personas sin papeles están afiliadas sin pagar cuota al sindicato.
Ya el viernes se mantuvo un encuentro entre los colectivos participantes en la Marcha a Bruselas, donde los colectivos de personas sin papeles de Bruselas hicieron un relato de su lucha y de la dura huelga de hambre que mantuvieron durante dos meses el año pasado, en el que denunciaron que el acuerdo alcanzado con el gobierno no ha sido respetado y continúan su lucha para una proposición de ley, a la vez que defienden la necesidad de una marcha europea para reconocer a los y las trabajadoras sin papeles. “El gobierno puso una oficina llamada la zona neutra para introducir los expedientes de los compañeros. La gente pensó que con eso se solucionarían sus papeles. Pero la palabra zona neutra no nos gusta, no es una guerra. Es una lucha por los derechos fundamentales. Empezamos la ocupación de un banco con dos objetivos: denunciar que la causa del problema es el sistema económico mundial y denunciar el sistema político en Bélgica que nos explota. Se llama campaña In my name”.
Por su parte, Fernanda del movimiento Regularización del estado español informó de la campaña de recogida de 500 mil firmas para promover una Iniciativa Legislativa Popular, de la que ya se han conseguido hasta 400 mil y de la importancia de conseguir la regularización administrativa de las 500 mil personas que viven en el estado español, de las que la tercera parte ayuntamiento de acogida y que incluso el ayuntamiento ponga edificios a disposición”.
Sandrine de La voz de sin papeles denunció la condena a trabajar informalmente lo que conlleva explotación y violencia. “Todo esto es como una cadena de esclavitud. Hay quien accede a tener relaciones para tener alojamiento. Por eso luchamos por nuestros derechos. Aquí no hay un criterio claro de regularización. Para pedir asilo hay unos criterios, pero para la regularización no sabes qué criterios hay. No podemos avanzar ni volver. Nuestras vidas están truncadas. Por esto militamos en esta lucha. Hay 150.000 personas sin papeles en Bélgica que pueden contribuir a la economía del país si hay regularización. Ahora solo se benefician los patrones y hay explotación, se trabaja 14 o 15 horas por 30 euros al día, sin saber si vas a cobrar”. Las personas sin papeles están afiliadas sin pagar cuota al sindicato.
Ya el viernes se mantuvo un encuentro entre los colectivos participantes en la Marcha a Bruselas, donde los colectivos de personas sin papeles de Bruselas hicieron un relato de su lucha y de la dura huelga de hambre que mantuvieron durante dos meses el año pasado, en el que denunciaron que el acuerdo alcanzado con el gobierno no ha sido respetado y continúan su lucha para una proposición de ley, a la vez que defienden la necesidad de una marcha europea para reconocer a los y las trabajadoras sin papeles. “El gobierno puso una oficina llamada la zona neutra para introducir los expedientes de los compañeros. La gente pensó que con eso se solucionarían sus papeles. Pero la palabra zona neutra no nos gusta, no es una guerra. Es una lucha por los derechos fundamentales. Empezamos la ocupación de un banco con dos objetivos: denunciar que la causa del problema es el sistema económico mundial y denunciar el sistema político en Bélgica que nos explota. Se llama campaña In my name”.
Por su parte, Fernanda del movimiento Regularización del estado español informó de la campaña de recogida de 500 mil firmas para promover una Iniciativa Legislativa Popular, de la que ya se han conseguido hasta 400 mil y de la importancia de conseguir la regularización administrativa de las 500 mil personas que viven en el estado español, de las que la tercera parte son niños y niñas. “No creemos en el paternalismo sino en las alianzas, en las redes hermanas. La migración económica es un desplazamiento forzado. Hay que tener una lectura decolonial de las migraciones para romper con los paternalismos».
Durante las intervenciones y a lo largo de todo el fin de semana, las promotoras del proyecto de la Manta de la memoria, estuvieron portando y bordando en hilo rojo sobre telas blancas los nombres de las personas que murieron y desaparecieron intentando llegar a Europa o en sus fronteras internas.
Una de las frases que se pudieron escuchar fue “Ayer colonizadas, hoy explotadas, mañana regularizadas!”. El viernes a la tarde dio comienzo el plenario de la Cumbre de los Pueblos sobre migración, donde participaron al menos 250 personas durante las dos jornadas en las que se realizó, con talleres simultáneos en torno a 6 áreas temáticas: subcontratación y negocios fronterizos; dinámica de acogida y solidaridad local y en red; criminalización de la migración y la solidaridad; neocolonialismo, crisis y migraciones; lucha por la regularización y el acceso a los derechos; y, documentación, memoria y justicia en torno a la violencia fronteriza. En los talleres se compartieron luchas antirracistas, anticoloniales y feministas.
Durante el fin de semana las personas asistentes tuvieron además la oportunidad de participar en varias actividades como un encuentro de la Marcha Mundial de Mujeres, visitas a casas ocupadas por personas sin papeles, un lobby tour por el barrio europeo para conocer la implicación de la UE en el tráfico de armas, una visita en torno a la memoria colonial y de lucha contra la discriminación; y una visita a la Iglesia de Beguinage donde permanecieron las personas que participaron en la huelga de hambre el año pasado.
La cumbre concluyó con un llamamiento a la solidaridad, a la convergencia entre movimientos sociales y a fortalecer una estrategia frente a los gobiernos que alientan la xenofobia para cambiar la relación de poderes y hacer posible otra política migratoria en favor de los derechos humanos. “Porque de lo que permitamos que acontezca en las fronteras, dependerá lo que ocurra en el resto del mundo. Las fronteras son un espacio de lucha, de resistencia y de tejer alianzas. Sin lucha y sin interseccionalizar y vincular luchas no habrá derechos, por lo que seguiremos adelante para construir vidas que merezcan la vida ser vividas, porque nos va la vida en ello”.