Ante las recientes declaraciones del ex Presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, en las que rechaza las críticas que culpabilizan a la ampliación de la OTAN de la invasión rusa a Ucrania, y agrega que «Cuando hice lo que hice, ofrecí a Rusia no sólo una asociación especial con la OTAN, sino la perspectiva de un eventual ingreso en la OTAN, argumentando que nuestros mayores problemas de seguridad en el futuro iban a provenir de actores no estatales o de estados autoritarios que vendían capacidad química, biológica y nuclear a grupos terroristas», le respondemos lo siguiente:
El señor Clinton fue artífice de dos guerras atroces, que fueron fríamente preparadas y ejecutadas por los Estados Unidos en Yugoslavia e Irak.
Su gobierno cometió crímenes de guerra que jamás fueron investigados ni juzgados.
Él no tiene derecho moral para juzgar a otros países como “invasores” o “agresores”.
Además falsea información al relatar la historia de la expansión de la OTAN en Europa.
Recordemos que a pesar de varias solicitudes, primero de Yeltsin y luego de Putin, la OTAN jamás aceptó la entrada de Rusia. Es un hecho histórico y hay muchos testimonios.
La expansión de la OTAN al Oriente después de la auto-desarticulación del pacto de Varsovia fue muy potente y brutal: cuando la OTAN se fundó en 1949 eran 12 miembros, y ahora son 30.
En el momento de la reunificación de Alemania, autorizada recordemos por la URSS gobernada entonces por Gorbachev durante la Perestroika, existió una garantía verbal de los líderes de los Estados Unidos y de la OTAN de la “no expansión” de la organización hacia el Oriente. Esa promesa nunca fue cumplida.
Rusia muchísimas veces intentó sumarse a la OTAN y la respuesta siempre fue una negativa, acompañada con actitudes de desprecio.
Tomemos en cuenta que los países de la OTAN participaron en todas las guerras de las últimas décadas, y el mando militar europeo siempre está subordinado al norteamericano.
Las legítimas preocupaciones rusas por su seguridad nunca fueron tomadas en cuenta por Occidente.
Con el riesgo de la entrada a la OTAN de Ucrania y Georgia, la organización llegaba a las fronteras de Rusia. Es obvio que durante varios años a Rusia la estaban provocando.
Eso es lo que respondemos al Sr. Clinton, entregando precisiones para una mejor comprensión de la historia reciente.