POEMAS

 

 

 

 

El conocer a Leonor, mi compañera de la vida, me hizo en mi despertar el lenguaje poético, el sonido maravilloso de los versos, su música, el juego de palabras, jugar con las metáforas como si fueran olas engullidas entre espuma y arena de la playa. Trabajando en largas noches de vigilia, mi corazón que era de ella, escribía versos para después cuando estábamos juntos, dárselos y que los tuviera como fruto de mi amor por ella. Leyendo el Poema de Mío Cid, me ayudó aprender a jugar con la rima, aunque más tarde me gustó mejor usar versos libres con matices y prosa poética.

Escribir versos, es como lanzar al universo palabras propias envueltas de magia, es cantar a las estrellas, a ese lucero del alba o a ese amor que te espera en la llanura de la eternidad. Escribir poemas, es tener sensibilidad a la vida, es marcar el rumbo de tu existencia y ser reclamo de la verdad en los pétalos de las flores del jardín de la felicidad.

Ser poeta, es encontrar el jugo bello del amor en todas las cosas, es mostrar tu corazón sin pudor a los demás y con las manos abiertas, abrazar al mundo con llanto del amor puro.

“Te siento”, “Olvido” y “La luna” son poemas que te los dedico a ti.

 

 

Te siento 

Te siento en mi piel,

en mi sangre.

Soy tu amado fiel,

tus ojos, tu ser…

y tú eres la miel

que siembra mi cuerpo

de amor y querer.

 

Quiero que sacies tu sed,

que luches por la vida,

que no me abandones

entre lágrimas y flores…

mucho te queda por amar

olvidando el ayer

y mostrando con tu sonrisa

la paloma y el laurel.

 

No marches aún.

No es la hora y el viento

no te llevará

a ningún lugar…

solo mi corazón

es tu hogar

y tu sonrisa

el sol que alumbra

mi caminar.

 

 

Olvido

Solo escucho el silencio,

el sabor amargo

del viento,

el pisar de los años

y el pelo blanco

que cae en la mirada

curtida  de peldaños.

 

Busco la luz

de la luna

y solo encuentro

un rayo tenue

que cubre mi cara

con su manto.

 

Sueño con palabras

y cerrando los ojos,

siento la luz clara

que mece a su antojo

melodías y baladas,

sombras de un matojo.

 

Junto al sendero

crecen flores blancas

pensamientos limpios

de mi alma

y en mi cerebro

la vida pasa

como un huracán

perdido y sin rumbo,

como un barco

que naufraga…

… en el olvido.

 

 

La luna

Cae la noche y con ella

sale la luna clara,

hermosa, valiente,

llena de colorido

brillante como un faro

que alumbra

el silencio de la noche.

 

Sus ojos me miran,

su luz me cautiva

y sus guardianes luceros

embellecen el firmamento

mientras mis ojos

ven con belleza sutil,

el camino estelar

para siempre sentir

en armonía y paz.

 

Pasan las horas

y con ellas

su caminar

con su paseo estelar,

componiendo versos

y canciones de amar.

 

Y cuando se va

dando paso a la claridad,

la magia se escapa

en mil colores…

y sus labios

se juntan con el sol,

mientras sus lágrimas mil

caen como estrellas fugaces

formando un corazón

con ganas de vivir.