Lograr el desarme nuclear a nivel mundial es uno de los objetivos más antiguos de las Naciones Unidas, siendo el tema central de la primera resolución aprobada por la Asamblea General, en 1946, y ha formado parte de su agenda desde 1959, junto con el desarme general completo. En el año 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 26 de septiembre Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares. Es un tema que siempre ha contado con el declamativo interés y apoyo de todos los secretarios generales de la ONU.
En el año 1945 se bombardearon con armas nucleares Hiroshima y Nagazaki mostrando al mundo un horror que nunca antes había conocido. En estos momentos, 77 años después, hay 9 estados que fabrican armas nucleares: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido reconocidos como «estados con armas nucleares» en el TNP (Tratado de No Proliferación de armas nucleares), en función de la fecha en que realizaron su primer ensayo nuclear. Hay otros 4 estados con armas nucleares que no son parte del TNP: Israel, India, Pakistán y Corea del Norte.
Además, otros 5 estados albergan armas nucleares estadounidenses: Alemania, Italia, Bélgica, Países Bajos y Turquía. Entre todos ellos, la última estimación es que existen unas 13.000 armas nucleares. Hay numerosos informes en la última década sobre los impactos humanitarios producidos por las armas nucleares.
Además las inversiones en nuevo armamento, cada vez más sofisticado, aumentan a unos niveles económicos jamás antes alcanzados. Este año en la primera reunión de los estados partes del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPNW) se adoptó la “Declaración de Viena”, la cual reafirma la determinación de lograr la eliminación completa de las armas nucleares. Además, se adoptó el “Plan de Acción de Viena” para facilitar la implementación efectiva y oportuna del Tratado y sus objetivos y metas.
La Décima Conferencia de Revisión del Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) se llevó a cabo en la sede de Nueva York de la ONU entre el 1 al 26 de agosto de 2022.
Tras cuatro semanas de intensos debates, la Décima Conferencia terminó sin un documento final porque Rusia se opuso a un texto que cuestiona el control ruso de las instalaciones nucleares ucranianas. Casi al mismo tiempo Liz Truss, la actual primera ministra de Reino Unido, afirmó que está “preparada para apretar el botón nuclear”, como parte de su gestión gubernamental, sin importarle que eso pueda significar una “aniquilación global”.
Tony Robinson humanista y activista por la paz yla no violencia, afirmó en el conversatorio que emitimos en Agosto pasado con motivo del aniversario 77 del genocidio de Hiroshima, lo siguiente «…una campaña lanzada por ICAN, y apoyada https://www.internationalhumanistparty.org/ equipocoordinadorphi@gmail.com por una serie de países clave en la vanguardia del desarme, para prohibir explícitamente las armas nucleares dio como resultado un nuevo tratado llamado el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), que prohíbe
explícitamente las armas por primera vez en el derecho internacional, aunque ese estatus de prohibición ya podía deducirse de otras áreas del derecho internacional como el derecho humanitario y el derecho medioambiental. En la actualidad, 60 Estados son Estados parte, otros 26 lo han firmado y otros 36 países aprobaron el texto cuando fue adoptado por la ONU.
Pero el TPAN no cuenta con el apoyo de ninguno de los gobiernos de los estados con armas nucleares, ni de los estados de la OTAN y otras alianzas militares».
Evidentemente desde los valores e intereses de las cúpulas del poder político y del Complejo Militar industrial el panorama es altamente alarmante y peligroso.
La doctrina de la disuasión nuclear se sostiene bajo la amenaza de una devastadora destrucción mutua, entre países con gran número de armas nucleares, que pondría a la especie humana al borde de la extinción.
Silo, fundador del Movimiento Humanista en el que advertimos… “Para evitar la catástrofe atómica futura, debemos trabajar superando la violencia: Retirar las tropas invasoras, devolver los territorios ocupados y desmantelar los arsenales. Estas son las urgencias del momento. Esta es la causa de las mujeres y hombres valientes”.
Este mensaje en el presente tiene una vigencia absoluta. Los pueblos quieren vivir en paz y que se inviertan los recursos en su beneficio, no en su posible destrucción.
Y el 18 de noviembre de 2009 durante la Cumbre de los premios Nobel de la Paz, realizada en Berlín, Alemania dijo: “Lo urgente es crear conciencia por la Paz y el desarme. Pero también es
necesario despertar la conciencia de la No Violencia Activa que nos permita rechazar no sólo la violencia física, sino también toda forma de violencia económica, racial, psicológica, religiosa y de género. Desde luego, aspiramos a que esta nueva sensibilidad pueda instalarse y conmover las estructuras sociales, abriendo el camino para la futura Nación Humana Universal.”
Las y los humanistas sabemos que es la sociedad civil de todo el mundo, la que debe construir un poder popular que con fuerza manifieste sus ansias de paz y su apoyo al desarme nuclear YA! Sin ese poder popular no vemos posible cambiar un rumbo destructivo de los acontecimientos.