Tremenda palabra…
Proceso es no ver nuestro quehacer en el mundo de manera estática, como fotografías.
Cuando se tiene esa mirada, es como si el mundo (el mundo como experiencia de vida) se detuviera o se repitiera, no hay movimiento evolutivo; se experimenta el retroceso.
Cuando la mirada cambia, cuando la mirada trazadora y con sentido fluye hacia el futuro, a través de la experiencia, el mundo, tu mundo, mi mundo, nuestro mundo, cambia.
Allí aparece la “mirada procesal”, aquella que te conecta con la prudencia, con el hacer, con la esperanza.