José de San Martín, junto a Simón Bolívar, fueron decisivos en la lucha contra la monarquía española y el imperio colonial en América Latina. Lucharon contra “el fiero opresor de la Patria”, y buscaron forjar la Patria grande latinoamericana con mayúscula.
por Miguel Julio Rodríguez Villafañe
Bolívar, en la Carta de Jamaica de 1815, sostuvo que era inaceptable que la Corona española se reservara el “alto dominio” (como si se tratara de una propiedad feudal) de estos territorios y la dinastía de los Borbones, imponían “leyes expresas” que favorecían, exclusivamente a los originarios de España, en detrimento de los criollos y los naturales que fueron despojados.
Asimismo, al tiempo que se reunía el Congreso de Tucumán, con el objeto de decidir declarar la independencia, San Martín, en una carta del 16 de abril de 1816, dirigida a Tomás Godoy Cruz, diputado por Cuyo al Congreso, sostuvo firmemente, que: “¿Hasta cuándo esperaremos para declarar nuestra independencia? ¿No es cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y escarapela nacional y, por último, hacer la guerra al soberano de quien se dice dependemos?… Los enemigos, y con mucha razón, nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos… para los hombres de coraje se han hecho las empresas”.
Tiempo después, también San Martín, en los artículos adicionales del Estatuto Provisorio para Perú sancionado por él, en 1821, en su carácter de «Protector de la libertad del Perú», dispuso que: «Animado el Gobierno de un sentimiento de justicia y equidad, no reconocía las deudas no hayan sido contraídas para mantener la esclavitud del Perú, y hostilizar a los demás pueblos independientes de América». Dejaba en claro que no debía aceptarse las deudas odiosas, que permitan mantener la esclavitud y dominación de los pueblos de América. Dejó en claro que el poder económico-político y financiero no fuera la otra entrada que nos recolonizara y esclavizara.
Lamentablemente, mientras San Martín proclamaba que se tenía que terminar con las esclavitudes de todo tipo, porque ello no permite desarrollarse a los pueblos independientes, en 1824, Argentina, a través de Bernardino Rivadavia se contrató en Londres el empréstito con la Casa Baring Brothers. Comenzó allí y hasta estos días la colonización y nuevos sometimientos a nuestros pueblos, que nublaron y nublan la independencia real, con deudas externas usurarias, ilegales, odiosas e íritas.
La perspectiva sanmartiniana fue resaltada como referencia patria, al crearse en 1948, (ley 13.202) la “Orden del Libertador San Martín”, como condecoración a otorgar, conferida “exclusivamente, a los ciudadanos extranjeros que, por servicios prominentes prestados al país o a la humanidad, merezcan el honor y la gratitud de la Nación”.
Deshonra a la memoria sanmartiniana
Sin embargo, para deshonra de la memoria del Libertador, el 26 de noviembre de 1978, el dictador de facto Jorge Videla le otorgó la máxima distinción de la orden, como es el collar, al Rey de España Juan Carlos I de Borbón cuando llegó a Buenos Aires.
Lamentablemente, luego en democracia, se produjo una grave daño a la verdad histórica, cuando el presidente Mauricio Macri, el 9 de julio de 2016, al celebrarse los 200 años de nuestra independencia, afirmó, dirigiéndose a Juan Carlos Borbón, en Tucumán, que los héroes de la independencia «deben haber sentido angustia al separarse de España querido rey». Lo realizado por el presidente fue un acto de nuevo vasallaje inaceptable. Por el contrario, lo antes que referí dejó en claro la necesidad que nuestros patriotas tenían de ser libres del yugo de la corona española y dispuestos a dar su vida por ello, como muchos de ellos ofrendaron sus vidas en la independencia querida.
En la misma lógica inaceptable después, en febrero del año 2017, y tras la abdicación del Rey Juan Carlos I, Mauricio Macri decidió otorgarle al nuevo rey Felipe VI de España también el Collar de la Orden del Libertador San Martín. Además, Mauricio Macri le cedió la Gran Cruz de la Orden a la reina Letizia Ortiz, esposa del rey.
Todos esos monarcas condecorados eran descendientes directos de Fernando VII, quien era el rey español cuando Argentina se independizó en 1816.
El pasado domingo 7 de agosto de este año 2022, Gustavo Petro asumió como nuevo presidente de Colombia, en un acto cargado de simbolismos, que incluyó el haber llevado al palco principal la espada de Simón Bolívar. Entre las autoridades presentes, se encontraba el actual rey de España, Felipe VI, el único que no se levantó de su silla en actitud del respeto merecido, cuando apareció el arma de Bolivar.
¿Cuáles son los servicios prominentes prestados al país o a la humanidad, merezcan el honor y la gratitud de la Nación por partes de los monarcas condecorados?, como determina la ley que regula la condecoración.
Habrá que pedir explicaciones sobre las razones que justificaron la entrega del collar que, no solamente tiene un sentido simbólico, que al otorgarlo a los reyes españoles degrada la memoria de San Martín. Además, es una verdadera joya de importante valor y que tiene plata, oro macizo, con partes de platino y brillantes y otros metales preciosos. Su falta de justificación a su vez, se traduce en una malversación de caudales públicos.
Terminar con el colonialismo mental y económico, una unidad latinoamericana fundamental para que juntos avancemos en favor de nuestros pueblos y la gran patria latinoamericana legada por San Martín y Bolivar.
(*) Miguel Julio Rodríguez Villafañe es abogado constitucionalista cordobés y periodista columnista de opinión