En total, la agroindustria tendrá capacidad para procesar 24 toneladas diarias de derivados de maíz no transgénico
Por Caroline Oliveira/Brasil de Fato
Este viernes (15), el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) inaugurará la agroindustria de derivados del maíz libre de transgénicos, de la Cooperativa de Producción y Comercialización Agroindustrial Conquista (Copacon), ubicada en el Asentamiento Eli Vive, distrito de Lerroville, a unos 50 kilómetros de Londrina, Estado de Paraná.
En total, la agroindustria tendrá capacidad para procesar 24 toneladas diarias de derivados de maíz no transgénico y agroecológico, produciendo con la marca Campo Vivo (distintos tipos de harina y otros productos de consumo habitual de la población local). Los residuos se convertirán en alimentos para animales. En los próximos cinco años, la agroindustria también programa extender su producción a copos y otros insumos.
«La expectativa es que tengamos todos estos productos que, además de ser muy sabrosos, sean agroecológicos, vendibles a un precio justo y de fácil acceso para toda la población», explica Fábio Herdt, presidente de Copacon y miembro de la comunidad.
«Ya iniciamos el proceso de certificación de la industria para recibir aquí maíz ecológico de varias zonas, no sólo de nuestro asentamiento. Tiene un radio de cobertura de 300 kilómetros, por lo que es posible tener socios en toda esta región», explica.
Hardt también habla de la prioridad dada a los productos de maíz orgánico, por los que la agroindustria pagará un 30% más del valor original. Además, hay un seguimiento más estrecho del agricultor para garantizar una producción sustentable y de calidad.
En el Asentamiento Eli Vive, 501 familias se distribuyen en 7.500 hectáreas, la mayor zona de Reforma Agraria de la región metropolitana de Brasil. Entre las líneas de producción de sus habitantes hay leche, hortalizas, café, panificados, frutales y cereales, especialmente maíz. Algunos de los productores ya tienen certificación de producción orgánica y agroecológica.
Copacon existe en el asentamiento desde 2015 y cuenta con cerca de 360 familias asociadas, de 13 municipios diferentes. Según Hardt, actualmente hay tres líneas de comercialización de los productos: una es la de hortifruti, que incluye hortalizas, frutas y tubérculos; la segunda es la de frijoles negros y cariocas, producidos dentro del asentamiento Eli Vive y en otras localidades de Paraná; y la tercera línea es la agroindustria de los derivados del maíz libre de transgénicos.
En la última cosecha, la cooperativa comercializó 15 mil bolsas de maíz, 10 mil de soja y 10 mil de frijoles negros y carioquinha. Cada semana vende de modo directo 15 toneladas de alimentos en la Central de Abastecimiento (Ceasa). Cada mes, vende 80 mil litros de leche. Los alimentos también se entregan al Programa de Alimentación Escolar (PNAE), que hace llegar 10 toneladas semanales a 100 escuelas de Londrina y la región.
La estructura de la agroindustria recibió una inversión de cerca de R$ 5 millones, siendo la mayor parte de recursos propios y del Programa de Financiamiento Popular de la Agricultura Familiar para la Producción de Alimentos Saludables (FINAPOP), y R$ 600 mil del Gobierno del Estado de Paraná.
Complementamos la información de Brasil de Fato traduciendo unas pocas frases del video, que expresan lo que sienten los protagonistas de este valioso emprendimiento.
El asentamiento Eli Vive cumplió 13 años en 2022. La comunidad tiene 7500 hectáreas, 501 familias asentadas y alrededor de 3000 habitantes. Trece años atrás aquí sólo había un dueño. Era una estancia que producía únicamente ganado.
Hasta me emociona decirlo. ¿Se imagina? ¡Antes una única persona y hoy 501 familias en el mismo espacio, y produciendo de todo!
Sandra Ferrer, coordinadora política del Asentamiento Eli Vive
Cuando llegamos, el terreno sólo tenía 3 árboles. No había nada más que mosquitos. Nos quedamos a puro coraje, como se dice. 13 años después tenemos una variedad impresionante de frutas. Se sembraron más de 10.000 plantines, tanto para consumo como para comercialización. Conseguimos proteger más de 100 nacientes de agua. Tenemos tres líneas fuertes de producción dentro del asentamiento: leche, café y granos y hortalizas.
Las hortalizas son las que generan una ganancia más rápida. Van para la comida escolar, de modo que en las escuelas también se ofrece una alimentación mejor, un producto saludable, sin veneno. Nuestro lema es “comida saludable en la mesa”.
Jovania Cestille, agricultora.
A partir de ese cuidado con la naturaleza, de esa mirada más cariñosa con nuestras aguas, comenzó a surgir nuestra cooperativa Copacon, para fortalecer nuestra comercialización. La cooperativa logra expandir la producción del asentamiento: yogurt, bebida láctea, queso, manteca, leche envasada…
Estamos felices porque dentro de poco vamos a inaugurar nuestra agroindustria de derivados del maíz. Es un maíz que las familias ya están plantando, de semilla criolla, un maíz no transgénico. Eso para nosotros es un orgullo.
Sandra Ferrer, coordinadora política del Asentamiento Eli Vive
Son varios los aspectos de la reforma agraria popular que beneficia no sólo a los que somos parte del asentamiento, sino a toda la comunidad próxima. Hay que destacar que sin tener acceso al crédito ni infraestructuras básicas, ya producimos mucho alimento. Durante la pandemia donamos cerca de 60 toneladas de alimento, y pronto esperamos donar 100 toneladas.
Si hubiera otros proyectos para más personas, que también les permitiera tener la oportunidad que yo tuve de tener un pedazo de tierra y plantar, creo que no estaríamos enfrentando la escasez de alimentos ni los precios abusivos que tenemos. ¡Porque conseguimos producir!
Cristiane Ferreira, agricultora
Así como nosotros tuvimos el sueño de empezar acampando y conseguimos nuestro lote, soñamos que otros que están esperando puedan conseguirlo también.
Piénselo: donde antes esto era dominio de 2 ó 3, hoy somos 501 familias que consiguen su sustento. Piense cómo sería si tuviéramos 10 o 15 zonas más de gente en estos asentamientos; con la crisis que estamos viviendo hoy en el país, tendríamos mucha más gente comiendo en lugar de pasar hambre.
João Neto, agricultor.