Bueno, ha pasado más de un mes desde que tuvo lugar en Montevideo la premier de la película Somos nuestras montañas. Un documental en el que se trabajó más de cinco años y que acerca la historia de un pueblo que en nuestro continente tenemos bastante olvidado.
“Estamos hablando de Armenia, donde el emergente de conflicto contemporáneo de la guerra en Nagorno Karabaj reaviva la lucha que libran millones de armenios en defensa de la verdad y al tiempo que exponen situaciones de injusticias perpetradas que hasta el día de hoy, no han sido resueltas por la humanidad en trincheras reales y simbólicas.
Desde la consolidación de la diáspora Armenia alrededor del mundo se amplían e integran de forma pacífica en nuevos contextos y coloca en escena su cultura consolidada fuera de sus fronteras. Esta película se suma a la resistencia a la voz viva del pueblo armenio y su cultura milenaria”. Esta es una de las presentaciones que se ve en Somos nuestras montañas y para hablar de la película contamos con el director de la misma, Federico Lemos, desde Montevideo. Hola, Federico ¿Cómo estás?
Hola Mariano y Stephania. Buenos días. Un placer estar en contacto con ustedes.
Bueno, pensando eso ende un uruguayo viajando a Armenia no queda más remedio que preguntarte cómo surge el interés, ¿de dónde aparece la necesidad de meterse en este tema tan espinoso?
Bueno, es realmente bastante curioso el hecho de cómo surge todo esto es la semilla que empieza a germinar dentro de mí, a partir de más de un hecho absolutamente desconocido para mí. Yo hace cinco años no sabía absolutamente nada de la realidad del pueblo armenio, no sabía lo que era la diáspora ni Nagorno Karabaj. Tampoco tenía conocimiento que en Argentina había más de cien mil armenios viviendo. Además hay alrededor de 7 millones de armenios en las ciudades en todo el mundo, la mayoría, son víctimas directas del primer genocidio en Armenia en 1915. Toda esta información me llegó por casualidad, una noche cualquiera con un grupo de amigos.
Un amigo se arrimó en un asado y recuerdo que me dijo que hiciera una película sobre Armenia. En ese momento lo que a mí me vino a la cabeza fue que ese era un tema muy común. Luego me comentó sobre el genocidio ocurrido,pero aún no me convencía la idea porque no hay material suficiente, no son los años que usualmente manjo y era un tipo de documental histórico que no es mi tipo, es más para History Channel. Finalmente, él me contó un poco más del conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán, me dio información que yo realmente desconocía y me empezó a fascinar todo ese volumen de información que estaba recibiendo. Desde ese momento se plantó una semilla de un proyecto que llevo cinco años, que se acaba de estrenar y va a empezar a recorrer el mundo en las próximas semanas. Es realmente muy, muy loco, pero es así como se los cuento.
¿Viajaste a Armenia por lo que leí por ahí por primera vez en noviembre de 2017, es así?
Sí, en noviembre del 2017, después de esta charla y de haber investigado y haber tomado algunos contactos importantes, viaje con el equipo; aunque no fue fácil, ya que es una determinación costosa a nivel financiero de producción y además compleja desde el punto de vista artístico, es decir, no sabía realmente a lo que me iba a enfrentar en Armenia y si iba a tener la capacidad de poder interpretar o llevar adelante esta historia desde un lugar, desde el desconocimiento total, igual eso último que les comento no es algo que a mí me atemoricé mucho hecho, generalmente elijo temas en los cuales no tengo la más pálida idea de lo que voy a hablar.
Y me gusta, empezar a trabajar desde un lugar sumamente despojado de la información de contaminación, de involucramiento y a partir de la búsqueda y la inquietud de saber más del tema. Así, ese tema me llevó hacia diferentes lugares y ese viaje fue el primero con 9 personas desde Uruguay, un equipo técnico y de producción completo viajó hacia las zonas de conflicto. Conflicto latente en ese momento y comenzamos el proceso, un largo proceso de filmación.
Bueno, pero además de este conflicto bélico fronterizo que mantienen con Azerbaiyán, Armenia vivió la convulsión interna por la difícil situación económica y política que vive el país. En 2018 hubo una pueblada que sacó al gobierno y puso en su lugar a Nikol Pashinyan, lo que se conoce como revolución de terciopelo. Esto también está atravesado en la película. ¿Cómo influenció? Porque fue algo que nosotros, digamos los analistas internacionales, le dimos mucha cabida.
Mira voy a sumarte tres o cuatro pequeñas cosas que sucedieron además de la red velvet, la revolución que pasaron y que cambiaron radicalmente la situación en el contexto político en Armenia y que tuvo mucha repercusión a nivel internacional. La película en el proceso de filmación, no solamente a través de esta instancia, atravesó una guerra del 2020 entre Azerbaiyán y Armenia que atravesó una pandemia en el 2020 y 2021 en cada parte de esta última etapa.
Es decir, atravesó tres circunstancias muy complejas, de las más difíciles que te puedas imaginar en cualquier proceso. Imagínate en un proceso creativo cinematográfico que implica tener que afrontar desde el otro lado del mundo una pandemia, durante dos años, que no te permite viajar, por ejemplo, y no poder hacer el seguimiento de los personajes o una guerra durante 50 días que cambia radicalmente la geografía.Esta situación junto a la política de esa región y la situación política de esa región, que además afecta directamente el proceso del guión de la película, porque la película era otra antes de la guerra y la película termina siendo una completamente diferente, posguerra, porque así ameritaba la situación.
Hoy los veo en la distancia, y puedo creer que haya atravesado esos momentos de dificultades que llevaron a rearmar un proyecto que ya estaba encaminado, implicaba más gastos, un nuevo esfuerzo desde todo punto de vista. Sin embargo, hoy, con el resultado final, veo que son esos movimientos profundos que hago un hecho artístico, le hacen muy bien porque los ves plasmados en el documental Love, plasmados en la película película no sólo con el paso del tiempo.Y en la evolución de la curva de los personajes y de las historias, sino también del contexto que rodea toda la historia. Contextos históricos, no nos olvidemos que estas tres cosas que acabo de mencionar que ocurrieron durante el proceso de cinco años de filmación, son hechos históricos que cambiaron la realidad de este país de sanación y de muchas personas y millones de personas alrededor del mundo. Entonces, si está todo eso plasmado en la película de alguna manera, sin tocar cuestiones políticas, quiero decirlo de esta manera, porque es importante, así como Argentina tiene sus diferencias políticas en la sociedad, las tienen cualquier nación en el planeta.
Hoy estamos atravesando esa famosa grieta, pero a nivel de la humanidad no es a través de una sociedad específica en una región del mundo, la grieta está cada vez más abierta entre los seres humanos.Y eso sucede en Armenia, donde hay muchas diferencias políticas y de otras índoles. Entonces, yo decidí contar una historia apoyada en un hecho que trasciende lo político y que va mucho más a los humanos, a la relación entre seres humanos, con su madre tierra, con sus antepasados, con sus ancestros y con una lucha que atraviesa cualquier diferencia política. ¿Por eso es importante que lo mencionemos porque la pregunta inicial era tenía que ver con esa revolución, y de qué manera cambió a Armenia?
Qué bueno poder conocer al pueblo armenio a través de tu documental, y hacerlo justamente en situaciones realmente que los puso a prueba.
Claro, sí, totalmente, un pueblo que además es su causa principal es la lucha y la supervivencia. Es un pueblo que ha estado a lo largo de la historia cercado por potencias que han querido exterminar los desde todo punto de vista, y en esos juegos perversos de conquista, predominancia e intento de exterminio cultural también. Hay naciones que están buscando sus propios intereses, ahí hay cuestiones religiosas, hay un montón de otras cuestiones que están en juego y que son muy complejas para entender desde este lado del mundo.
Yo hice una película para el mundo, para nosotros, para los espectadores que queremos entender la complejidad de una nación que lucha, que vive, que es pequeña, que está rodeada entre potencias, como les decía, han querido exterminar a lo largo de la historia y que están diseminados por el mundo, e insertados en nuestra sociedad. Un amigo, un compañero de trabajo, una persona que esté involucrada en un cargo político o que estemos lucrado en un cargo legislativo empresarial, son una nación que sea desperdigados por el mundo, pero que ha sembrado semillas. También ha colaborado mucho para el desarrollo de nuestras sociedades, nuestros países, sobre todo en esta parte del mundo.
Entonces, los relatos intentan hacer llegar al espectador la información de una manera coloquial, de una manera si se quiere mucho más simple porque es muy complejo, pues hablaba de una revolución, de dos naciones como Turquía, de Azerbaiyán en 1915,. Por ello es demasiado complejo y amplio como para llevarlo a un documental, y no hacerlo aburrido. Entonces ahí había un desafío enorme.
Hoy por hoy me imagino que en partes distintas a Uruguay debe ser un poco difícil ver el documental, sé que el interés es masivo, al igual que la difusión. Por esta razón en qué fechas podremos ver el documental.
Bueno. Sin dudas la cuestión de distribución del cine es cada vez más compleja. Es muy difícil entender cómo podemos hacer llegar a la mayor cantidad de gente posible en el mundo, un producto artístico de esta magnitud, sabiendo que encontramos ciertas dificultades hoy que han dejado la pandemia y la propia evolución de la distribución del cine a nivel mundial. La gente consume menos cine y más ispositivos digitales, ya en las plataformas están llevando esto a otro nivel, entonces hay que adaptarse a todo nivel.
Hicimos un Gran Premio, es muy importante en Uruguay casi para 2000 personas en el Auditorio Nacional del Sodre.Y, vamos a replicar este esquema de distribución en muchas ciudades del mundo como: Buenos Aires, Córdoba y Rosario, hablando de Argentina. Estas son las tres ciudades donde existe la mayor cantidad de representantes del colectivo armenio insertados.
Vamos a estar en Buenos Aires, y ya tenemos confirmado el Gran Rex, un teatro importante en la calle Corrientes, en Argentina, que tiene capacidad cercana las tres mil personas. También tuvimos un evento en Uruguay, que también histórico desde el punto de vista del tamaño de la gran premiere y lo que significó, estamos trabajando también con Santiago de Chile, Los Ángeles, Ciudad de México, Washington, Nueva York, Madrid, París,
Lyon y Moscú. Estas fueron ciudades claves para lo que fue la dispersión de esa diáspora armenia. Así un montón de gente participa y toma contacto de una realidad que desconocían, la misma que desconocía. Yo soy la prueba viviente, quizás de esto que se llama hoy a nivel mundial en el cine documental. De esta forma a través de una temática social urgente, el espectador toma contacto con esa realidad, pasa de un estado pasivo a un estado activo.
La masiva, la mundial, la que seguramente te interese a vos si le interesan los espectadores, ¿va a llegar una plataforma? Bueno, estamos trabajando para eso, estamos trabajando para que suceda, pero no nos olvidemos que acá hay intereses ocultos. Ustedes ponen Netflix hoy ponen Amazon con el Star Plus van a encontrar decenas de series turcas, películas turcas, vayan a buscar una película Armenia, una serie Armenia o una novela Armenia, no la van a encontrar. Eso no es casualidad, en Uruguay hubo un intento de uno de los gobiernos que mencionaba que tienen hoy un problema con Armenia de que la película. Imagínense un hecho artístico queriendo ser prohibido en un país democrático. En Uruguay no hubo ningún tipo de andamiaje esa situación, pero sí sabemos que ese tipo de acciones con intereses económicos fuertes que taponan estos intentos existen de llegar a las plataformas.
De esta forma no nos permiten llegar a la gente, pero vamos a intentar hacer lo que sabemos hacer. No es mi primera película en Netflix, no será mi primer proyecto a nivel internacional y tengo todas las intenciones de hacerlo, llegar a la mayor cantidad de gente posible a nivel mundial.
¿Bien Federico, sé que estás, además, trabajando en otros proyectos, así que vamos a seguir hablando con vos porque porque bueno, porque nos has transmitido esa pasión por lo que por lo que haces y me parece que vale la pena ir incursionando, poco a poco, en esos temas que has tratado que, como bien dijiste, son temas que muchas veces han quedado de lado, y que otros no han querido contar o no han podido contar. Pero en 30 segundos como una introducción al tema, contame de esto tuyo del proyecto del cine itinerante.
El cine itinerante es una forma de cambiar y ayudará a democratizar el acceso al cine y de la cultura, es decir, lo que le contaba anteriormente. La gente ha dejado de ir al cine, a las salas de cine. La pandemia es la responsable de que haya sucedido eso y esa realidad todavía no se ha modificado. Nosotros también entendemos que hay muchas regiones de la Argentina, Uruguay, el mundo entero, sobre todo en países del tercer mundo en donde no existen las salas de cine o las pocas salas de cine que están concentradas en las capitales.
Por ello, en los lugares donde no existen los cines, no existe una herramienta cultural como la educación. De esta forma a través del cine itinerante que reúne a la gente en las plazas y espacios públicos trasciende muchísimos aspectos culturales, además de tecnología de última generación como pantallas inflables, proyectores gigantes de SP y sistema de audio 7.1. Montar una sala de cine en cuestión de minutos en cualquier plaza, parque o espacio público del interior de nuestros países y llegar a millones de espectadores de manera gratuita, democratizando el acceso al cine y de la cultura como lo hacemos posible con la participación de los gobiernos municipales, provinciales, con sponsors privados, con organizaciones que facilitan el apoyo para que esto sea posible. El proyecto hoy es una realidad en Uruguay, en otros países de la región y estamos exportándolo a otros continentes.
Bien, eso es una manera de cumplir, no con lo que uno se propone. No solamente quedarse en la denuncia y en el cuestionamiento de las reglas del juego. Muchas gracias, Federico por contarnos todo esto de Somos nuestras montañas y bueno lo del cine itinerante y las demás cosas de las que seguiremos hablando en el futuro.
Un abrazo.
Gracias a ustedes y los invitó a seguir las redes sociales de la película. Por más información es We are our mountain en inglés o en español Somos nuestras montañas. En Facebook y el canal de Youtube tienen información de la película y próximos pasos que vamos a seguir dando. Muchísimas gracias.