La tregua acordada por las partes beligerantes en la guerra de Yemen con la mediación de Naciones Unidas, se extenderá durante dos meses más.
Tras el éxito del acuerdo de alto al fuego que entrara en vigencia el 2 de Abril, en coincidencia con el inicio del mes del Ramadán, las fuerzas hutíes, apoyadas por Irán y la coalición liderada por Arabia Saudí y apoyada por EEUU, Reino Unido y Francia, pactaron su extensión a partir del 2 de Junio, bajo los mismos términos.
De acuerdo a lo expresado por el enviado especial de la ONU, Hans Grundberg, en ocasión del inicio de la tregua, las partes acordaron detener todas las operaciones militares ofensivas aéreas, terrestres y marítimas tanto dentro como fuera de Yemen.
También Arabia Saudí aceptó permitir la llegada de barcos de combustible a los puertos de Al-Hudayda, y la reapertura del aeropuerto de Saná, la capital de Yemen.
Otra de las directrices fue la de completar el proceso para un intercambio de unos 2400 prisioneros.
El relativo cese de hostilidades hizo posible, señaló el Secretario General de Naciones Unidas Antonio Guterres, una reducción significativa de la violencia y de las víctimas civiles, un aumento del suministro de combustible a través del puerto de Hudaydah y la reanudación de los vuelos comerciales internacionales desde Saná por primera vez en casi seis años.
La tregua, indica la nota, consiguió que las partes se reúnan directamente bajo los auspicios de las Naciones Unidas para iniciar negociaciones a fin de reabrir las carreteras en Taiz y otras gobernaciones y la puesta en marcha de mecanismos militares de desescalada a nivel nacional.
Por su parte, el actual presidente del Consejo de Seguridad, Ferit Hoxha, dio a conocer un comunicado en el que los miembros del Consejo de Seguridad manifiestan su satisfacción por la prórroga de la tregua que inició este 2 de junio.
Además de celebrar lo alcanzado en el período anterior en términos similares a lo puntualizado por el secretario general, expresaron su esperanza de que una tregua reforzada pueda traducirse en un alto el fuego duradero y en un acuerdo político global e inclusivo, bajo los auspicios de las Naciones Unidas.
En su declaración, el Consejo de Seguridad subrayó “la importancia de una participación mínima del 30% de las mujeres, en consonancia con los resultados de la Conferencia de Diálogo Nacional” y alentaron a las partes yemeníes a que siguieran colaborando con el Enviado Especial de las Naciones Unidas y a que negociaran y se comunicaran entre sí con un espíritu de respeto mutuo y reconciliación”.
A su vez, “reiteraron su profunda preocupación por el riesgo de hambruna y alentaron a los donantes a financiar plenamente el plan de respuesta humanitaria de las Naciones Unidas.
Subrayaron finalmente, “la necesidad de llegar a un acuerdo político global e integrador, de hacer frente a la crisis humanitaria y económica y de proteger a los civiles”.
Este cese relativo de hostilidades abre las esperanzas de un pueblo castigado por siete años de guerra y deja avizorar la posibilidad de implementar de inmediato medidas que permitan evitar una hambruna catastrófica y el agravamiento de la crisis humanitaria en el país.